Una mujer y dos hombres que estuvieron detenidos durante la última dictadura cívico-militar en el centro clandestino de La Cacha, en La Plata, y la esposa e hijas de un desaparecido declararán el miércoles en el juicio que investiga delitos de lesa humanidad cometidos en ese lugar.
Se trata de Silvia Cavecchia, Alberto Cavalié y Julio César Cháves; y Susana Habiaga, Guillermina y Carolina García Cano, esposa e hijas, respectivamente, del desaparecido Guillermo García Cano.
Cavecchia fue secuestrada en Formosa y trasladada a La Plata, donde permaneció detenida por 20 días, entre marzo y abril de 1977; Cavalié estuvo privado ilegalmente de su libertad en La Cacha entre el 12 de diciembre de 1977 y el 12 de febrero de 1978, y Cháves estuvo detenido 20 días en ese centro clandestino desde fines de 1977, junto a su hermano Alcides.
En tanto, García Cano, conocido como «el ingeniero», estuvo detenido en La Cacha entre abril y noviembre de 1977 y actualmente está desaparecido. García Cano está sindicado como el constructor de la imprenta que funcionaba en la casa de la calle 30 entre 55 y 56 de La Plata, donde se imprimía la publicación «Evita Montonera».
El 24 de noviembre de 1976, fuerzas conjuntas rodearon esa casa y tras una intensa balacera, que incluyó un disparo de bazuka, fueron asesinados cuatro militantes. Una de esas víctimas era Diana Teruggi, cuya hija de 3 meses, Clara Anahí Mariani, fue apropiada y aún sigue siendo buscada por su abuela María Isabel Chorobick de Mariani.
El centro clandestino de detención La Cacha estaba ubicado entre las calles 191, 196, 47 y 52 de la ciudad de La Plata, contiguo al penal de Olmos y en las antiguas instalaciones de Radio Provincia. La Cacha funcionó como centro clandestino desde 1976 a 1978 y además operó como una maternidad clandestina para las detenidas desaparecidas que se encontraban embarazadas.
El juicio está a cargo del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, presidido por Carlos Rozanski, quien también juzgó y condenó a Miguel Etchecolatz y al capellán Christian Von Wernich a reclusión perpetua por el delito de genocidio.