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El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata oirá el próximo miércoles el testimonio de una joven nacida cuando su madre estaba detenida en el centro clandestino de La Cacha, y tras ser apropiada se enteró de su verdadera identidad en 2006.
Se trata de Natalia Suárez Nelson, hija de María Elena Isabel Corvalán de Suárez Nelson, detenida el 10 de junio de 1977 con seis meses de embarazo.
Natalia nació en septiembre de 1977, en La Cacha, y de inmediato fue separada de su madre y entregada a Omar Alonso y María Luján Di Mattia por Juan Carlos Herzberg, uno de los imputados en el juicio que se sigue por los delitos cometidos en ese centro clandestino de detención platense. Herzberg, ex militar de la Armada, incluso fue padrino de bautismo de Natalia.
En 1985, Alonso y su mujer se opusieron a la extracción de sangre a Natalia para determinar su verdadera identidad y un año después se fueron a Paraguay. En 1993, Alonso fue detenido en La Plata y en 1996 fue extraditada Di Mattía, pero finalmente ambos fueron sobreseídos por la justicia de La Plata.
En 2003, la causa se reabrió y en agosto de 2005, el juez Arnaldo Corazza libró una orden de allanamiento a los fines de «secuestrar muestras alternativas del material hemático de las cuales sea posible extraer ADN de María Natalia Alonso».
El 1 de junio de 2006 María Natalia conoció su verdadera identidad a través de la notificación de los resultados del estudio de histocompatibilidad realizados por el Banco Nacional de Datos Genéticos y, en 2010, declaró contra Alonso en el juicio por sustracción de menores.
El Tribunal Oral Federal Número 1 de la capital provincial investiga los delitos contra 135 víctimas -entre ellas Laura Carlotto, hija de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto- cometidos por 21 acusados en el ex centro de detención La Cacha.
Este centro clandestino de detención estaba ubicado entre las calles 191, 196, 47 y 52 de la ciudad de La Plata, contiguo al penal de Olmos y en las antiguas instalaciones de Radio Provincia. La Cacha funcionó como centro clandestino desde 1976 a 1978 y además operó como una maternidad clandestina para las detenidas desaparecidas que se encontraban embarazadas.
El juicio está a cargo del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, presidido por Carlos Rozanski, quien también juzgó y condenó a Miguel Etchecolatz y al capellán Christian Von Wernich a reclusión perpetua por el delito de genocidio.