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En el banquillo de los acusados también están sentados la ex-carcelera María Eva Aebi y los ex-policías Juan Calixto Perizzotti y Eduardo «Curro» Ramos, todos condenados en 2009 en la emblemática «causa Brusa». En aquella causa el Tribunal Oral Federal de Santa Fe sentenció al ex-juez a 21 años de cárcel efectiva por apremios ilegales en ocho casos durante la dictadura, cuando era la mano derecha del magistrado Fernando Mántaras, un nazi confeso, a quien años después sucedió en el cargo, ya durante el gobierno de Carlos Menem.
Esta mañana más de un centenar de personas se agrupó frente a la sede del Tribunal Oral Federal, ubicada en el microcentro santafesino, con carteles y pancartas de las agrupaciones H.I.J.O.S., Abuelas de Plaza de Mayo, INADI, Asociación de Ex Presos Políticos y del gremio AMSAFE.
El secretario de Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe, Horacio Coutaz, dijo que «desde el 2009 que apoyamos estos juicios, ya tuvimos 15, cuando antes esto era impensado, y todavía quedan deudas pendientes». «A medida que avanzan los testimonios en las causas se abren nuevas situaciones, que dan origen a nuevos procesos penales», agregó.
Por su parte, Patricia Traba, una de las querellantes en este juicio, afirmó que «esto no termina aquí, los testimonios dan origen a pedidos de investigación, se van abriendo nuevas causas porque las víctimas del terrorismo de Estado son incontables». «Esta es la manera de que no vuelvan a pasar las cosas que nosotros vivimos», indicó Traba y agregó que «esta es otra acusación distinta a este grupo de acusados, pero relacionada a todo lo anterior».
Otro de los querellantes en este proceso, José Villarreal, dijo a la agencia Télam que «vamos a demostrar que las acciones individuales y en conjunto de este grupo de genocidas eran parte de un plan nacional e internacional, cuyo objetivo era destruir a todos los militantes políticos y sociales de aquella época».