El papa Francisco instó hoy a “derrotar el flagelo del hambre” y pidió “proteger a los indefensos, especialmente a los niños”, en su mensaje pascual y la bendición “Urbi et orbi” en el Vaticano que tuvo como eje la paz mundial.
Unos 150.000 fieles se acercaron a las inmediaciones de la Basílica de San Pedro para participar de la misa de Resurrección en la segunda Semana Santa de Francisco al frente de la Iglesia Católica.
El papa argentino, vestido con hábitos blancos y sin prendas del tradicional dorado, hizo un llamamiento a “que cesen todas las guerras, toda hostilidad pequeña o grande, antigua o reciente”.
En ese sentido, pidió que “los ánimos se encaminen hacia la reconciliación y la concordia fraterna” en Venezuela.
También recordó la situación en Ucrania, y solicitó a Dios que “inspire iniciativas de paz, para que todas las partes implicadas, apoyadas por la Comunidad internacional, lleven a cabo todo esfuerzo para impedir la violencia y construir, con un espíritu de unidad y diálogo, el futuro del país”.
“Te suplicamos por la amada Siria: que cuantos sufren las consecuencias del conflicto puedan recibir la ayuda humanitaria necesaria; que las partes en causa dejen de usar la fuerza para sembrar muerte, y tengan la audacia de negociar la paz”, añadió.
El pontífice, en un mensaje de fuerte contenido social, también recordó la epidemia de ébola en Guinea, Sierra Leona y Liberia, además de instar al cese de los conflictos armados en la República Centroafricana, Irak, Nigeria y Sudán del Sur.
Asimismo, pidió a “Jesús glorioso” que “sostenga las esperanzas que suscitan la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos”.
“El mensaje que los cristianos llevan al mundo es este: Jesús, el Amor encarnado, murió en la cruz por nuestros pecados, pero Dios Padre lo resucitó y lo ha constituido Señor de la vida y de la muerte”, señaló Francisco sobre la celebración de las Pascuas.
“En Jesús, el Amor ha vencido al odio, la misericordia al pecado, el bien al mal, la verdad a la mentira, la vida a la muerte”, manifestó.
El mensaje cerró los ritos del Vaticano por las Pascuas que comenzaron el domingo pasado cuando el Papa presidió la misa del Domingo de Ramos.