El flamante decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Glenn Postolsky, se propone varios desafíos para los próximos 4 años de gestión y los detalló en un diálogo que mantuvo con esta agencia, antes de asumir esta tarde en la sede universitaria de Santiago del Estero 1029, en Capital Federal.
“El primero tiene que ver con recomponer las condiciones de habitabilidad dentro de una facultad que tiene un déficit tanto edilicio como en el trato entre los sujetos que la transitamos. Hay una necesidad imperiosa de avanzar en la terminación del edificio, que ya lleva más de 10 años en construcción, y la voluntad de trabajar con el Rectorado y las autoridades nacionales para poder saldar la deuda que existe en este sentido”, dijo.
En este marco, agregó que “queremos recomponer el vínculo entre los claustros hacia el interior de la facultad. La relación cotidiana dentro de las aulas siempre fue muy virtuosa pero, en términos políticos, hace tiempo que se ve un distanciamiento entre los profesores y los estudiantes. Apuntamos a recomponer esos lazos”.
Como otro eje de trabajo, Postolsky mencionó la instauración de una política de extensión universitaria que involucre a la institución directamente con las problemáticas de la zona sur porteña, donde la unidad académica está ubicada. La idea es vincularse con las organizaciones barriales para posibilitar el despliegue de la acción política en el entorno, asumiendo los desafíos que tienen que ver con el momento histórico actual.
“En tercer lugar, apuntamos a discutir nuestras propias prácticas en torno a la formación del conocimiento, el dictado de las clases, y lo que debe ser la universidad en el contexto actual, replanteo que debemos hacer tanto al interior de la Facultad como de la UBA”, detalló.
Para el decano, a diferencia de otras universidades, la UBA “ha quedado un tanto relegada, y me parece que la Facultad de Sociales tiene que tomar un protagonismo central al respecto”.
Postolsky, uno de los impulsores de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, también se refirió a la importancia de la norma.
“Sus efectos son centrales en términos de la construcción de una sociedad democrática ya que ha visibilizado el poder de los medios, permitiendo un enriquecimiento cualitativo de la sociedad, que ha entendido que son actores que toman posición y que eso que parece ser sólo parte del discurso pretendidamente ‘objetivo’ e ‘independiente’ forma parte de una construcción en torno a ciertos intereses”, sostuvo.
Sobre la aplicación de la ley, agregó que “en el devenir de la acción cotidiana uno podría señalar algunas críticas, algunos tiempos más lentos, pero lo cierto es que el proceso es parte de una construcción social compleja y uno tiene que verlo en términos más históricos. Es claramente un gran avance”.