Medios estatales rusos afirmaron que las fuerzas rusas en Crimea negaron su participación en la toma de los aeropuertos, pero la nueva cúpula de Ucrania desestimó la desmentida, convocó una reunión de emergencia de las fuerzas de seguridad y llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a intervenir en el conflicto.
En Rusia, en tanto, Yanukovich reapareció hoy en público por primera vez desde que huyó de Kiev, hace seis días, y en conferencia de prensa prometió «pelear por el futuro de Ucrania» contra quienes describió como «fascistas» minoritarios que lo obligaron a huir con «amenazas» contra él y su familia.
Ante periodistas en la sureña ciudad de Rostov del Don, Yanukovich dijo que deben reformarse la Constitución ucraniana y celebrarse elecciones presidenciales en diciembre próximo, al tiempo que acusó a Occidente de «connivencia» con los manifestantes que provocaron su caída luego de tres meses de protesta.
No se informó de violencia en el aeropuerto civil de la capital crimea, Simferopol, ni en el aeropuerto militar en el puerto de Sebastopol, también ubicado en la península de Crimea, la única región de Ucrania donde son mayoría los rusoparlantes y último bastión de resistencia a las nuevas autoridades de Kiev.
En Simferopol, un hombre que dijo hablar en nombre de las fuerzas de uniforme camuflado que patrullaban el aeropuerto aseguró que se trata de una milicia crimeana prorrusa.
Cualquier incursión militar rusa en Crimea agregaría un factor de máxima tensión a la crisis ucraniana, que ya provocó la huida de Yanukovich el fin de semana pasado luego de tres meses de protestas opositoras.
Moscú prometió proteger a los rusohablantes de Crimea, donde tiene una gran base naval, y Ucrania y Occidente -especialmente Estados Unidos y la OTAN- advirtieron a Rusia que se mantenga al margen.
«Sólo puedo describir esto como una invasión y ocupación militar», dijo el nuevo ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov.
En su página de Facebook, el ministro agregó que ambos aeropuertos de Crimea están controlados por tropas de la Marina
rusa.
En Sebastopol, la ruta que lleva al aeropuerto fue bloqueada por dos camiones militares y un puñado de hombres vestidos con uniformes de camuflaje y armados con fusiles de asalto, informó la cadena de noticias CNN.
En el aeropuerto de Simferopol, los vuelos comerciales siguieron arribando y despegando pese a la presencia de los hombres armados.
En Kiev, el Parlamento adoptó una resolución que exige a Rusia que se abstenga de actuar contra la soberanía e integridad territorial de Ucrania y pidió una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
Ni la Cancillería ni el Ministrio de Defensa rusos hicieron comentarios sobre las acusaciones.
Sin embargo, la agencia de noticias estatal RIA Novosti y la privada Interfax citaron a una fuente de la Flota Rusa en el mar Negro que afirmó que ningún miembro del personal militar ruso estacionado en Crimea salió de sus base «y mucho menos» tomó los aeropuertos.
En Simferopol, decenas de hombres armados y con uniformes militares sin ninguna identificación patrullaban las instalaciones del aeropuerto. Los hombres no registraban a ninguna persona y se negaron a hablar con la prensa, informó CNN.
Un hombre que se identificó sólo como Vladimir afirmó que eran parte de la Brigada del Pueblo Crimeo, a la que describió como una unidad de autodefensa formada para asegurarse que no lleguen a Crimea «radicales y fascistas» procedentes de otras regiones.
La toma de los aeropuertos llegó un día después de que hombres no identificados y armados con fusiles y lanzacohetes se atrincheraran en el Parlamento y en oficinas de gobierno en Simferopol e izaran la bandera rusa. La policía ucraniana acordonó el lugar pero no se enfrentó con los hombres armados.
Moscú envió ayer aviones de guerra a patrullar la frontera con Ucrania y puso en alerta a sus fuerzas en el oeste y sur de Rusia.
En Kiev, horas antes de la reaparición pública de Yanukovich, la Fiscalía General anunció hoy que pedirá la extradición del expresidente como sospechoso de «asesinato masivo» en relación con los enfrentamientos armados entre manifestantes y policías de la semana pasada en Kiev, que dejaron al menos 80 muertos.
En Rostov del Don, Yanukovich dijo que no ordenó disparar contra los manifestantes, pero agregó que «la policía tiene derecho a la defensa propia, especialmente cuando hubo ataques masivos contra la policía».
Ayer, el Parlamento de Ucrania eligió un nuevo gobierno encabezado por un primer ministro tecnócrata y prooccidental que conducirá al país, al menos, hasta las elecciones presidenciales anticipadas convocadas por el Parlamento para el 25 de mayo.
Yanukovich dijo que esas elecciones son ilegales, y que sigue siendo Jefe de Estado porque nunca renunció, no fue sometido a juicio político y todavía está vivo.
«Soy el presidente legítimo» de Ucrania, sentenció.