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El vicedecano de Medicina, Enrique Pérez Albizu renunció a su cargo después de haber sido denunciado de haber firmado certificados de defunción de víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura militar, los cuales después sirvieron para fraguar enfrentamientos. La dimisión fue confirmada por el decano Jorge Martínez.
La denuncia que motivó la renuncia fue formulada, en el marco del juicio por los crímenes cometidos en el centro clandestino de detención La Cacha, por la Madre de Plaza de Mayo platense, Adelina de Alaye, quien tras una prolongada y profunda investigación personal, accedió a la documentación en la que aparece la firma del profesional.
La renuncia, que habría sido presentada el miércoles a la noche, fue confirmada a este medio por el decano Martínez, quien se excusó en sus «ocupaciones», para no abundar en las motivaciones de la dimisión de su colega.
El caso de Pérez Albizu se enmarca en una denuncia más amplia contra 21 profesionales. La madre de Plaza de Mayo lo acusa de haber firmado tres certificados de defunción de personas anotados en la morgue policial de La Plata como «NN», muertos por «destrucción de masa encefálica por herida de proyectil arma de fuego».
Hay tres certificados, según el testimonio, que llevan la firma del actual vicedecano de Medicina como médico examinador de los cadáveres. La Madre explicó que esos asesinatos forman parte de «falsos enfrentamientos», figura con que la dictadura escondía los fusilamientos de detenidos desaparecidos.