La Comisión Provincial por la Memoria alertó hoy sobre las “gravísimas condiciones de detención” en la Unidad Penal 2 de Sierra Chica, a las que calificó como “infrahumanas”.
Las irregularidades fueron detectadas durante una inspección del Comité contra la Tortura del organismo los días 18 y 19 de febrero.
“El estado en que se encontró la Unidad y a las personas allí alojadas no sólo dan cuenta de la desidia de los sistemas penitenciario y penal en la Provincia, sino centralmente de la deshumanización de las personas detenidas. La CPM considera que los pabellones 8, 11 y 12 de Sierra Chica deben clausurarse en forma inmediata”, se expresó a través de un comunicado.
Durante el monitoreo, se encontraban 115 personas hacinadas en el pabellón 8 compartiendo celdas de 2 por 3 metros, aproximadamente, mientras que la alimentación era “escasa o nula”.
“El equipo constató que la comida del día anterior a la inspección consistía en una especie de sustancia viscosa con polenta y algunas verduras”, precisó el texto.
Asimismo, se pudo verificar que “los techos de la Unidad tienen grandes filtraciones de agua y, por lo tanto, cada vez que llueve se humedecen los pisos, camastros, colchones y las escasas pertenencias de los detenidos”.
“La unidad 2 de Sierra Chica es una cárcel cuya construcción data de 1882. A la fecha, 132 años después de su inauguración, las condiciones materiales de la unidad penitenciaria son deplorables por la indudable carencia de mantenimiento. Sus paredes y techos literalmente se caen a pedazos sobre los cuerpos y pertenencias de las personas encarceladas”, explicó la CPM.
También se comprobó la presencia de insectos, como cucarachas, y ratas de unos 30 centímetros con sus respectivas madrigueras.
Los profesionales del Comité contra la Tortura manifestaron que “cuando los agentes caminan entre las ratas con naturalidad, aparece la imagen más horrorosa de la deshumanización; para ellos las ratas y los detenidos son lo mismo: la negación absoluta y cabal de que allí hay hombres, una negación más lacerante que la violencia física.”
“A esta situación se le suma un régimen que consiste en 24 horas de encierro en las celdas, sin acceso a las duchas, instancias recreativas, educativas y/o laborales ni comunicación telefónica con sus familiares o respectivos juzgados. Los pocos casos en los que los detenidos acceden a instancias educativas y/ laborales lo hacen de forma extremadamente precaria a través de una ventana con rejas donde el maestro o profesional da la clase o realiza el tratamiento de la persona desde el otro lado”, agregó el informe.
Mientras tanto, en el pabellón 11, denominado como “tratamiento personalizado”, los internos son sometidos a aislamiento permanente. “Allí las personas están alojadas por meses en celdas individuales, sin luz, agua y/o acceso a teléfono”, cuando “debería brindarse un abordaje terapéutico”.
La CPM pudo constatar, por último, que se omiten las órdenes judiciales para trasladar a detenidos a otros penales del conurbano bonaerense, por lo que pidió que se cumpla “en forma urgente” con esas medidas.