El crimen de Omar Cigarán volvió a resonar en La Plata gracias a la movilización de sus familiares y amigos, quienes junto a la Asociación Miguel Bru y otras organizaciones salieron a la calle esta semana para evitar que el caso quede impune.
Cigarán, de 17 años, fue asesinado el 15 de febrero de 2013 en el barrio Hipódromo a manos de un efectivo de la Bonaerense, durante un supuesto intento de robo.
Su madre, Sandra Gómez, rechazó la versión policial y aseguró en diálogo con AgePeBA que a Omar le hicieron “una cama muy mal armada”.
En ese sentido, la mujer recordó que “un día antes del asesinato, allanaron mi casa y uno de los policías me preguntó ‘dónde está el guacho’. Me dijo que si no lo entregaba a la noche en la comisaría, al otro día lo iba a tener muerto”.
“A mi hijo lo perseguían porque no robaba para la policía. Él siempre decía que lo tenían re podrido, pero que no iba a transar”, subrayó.
Gómez también responsabilizó a la justicia de “encubrir” a la policía y apuntó directamente contra la fiscal Ana María Medina: “En un año no investigó nada y en un solo día resolvió cerrar la causa y sobreseer al único implicado”, dijo en alusión al sargento Diego Walter Flores.
Agregó que Medina fue avalada por el fiscal general de La Plata, Héctor Ernesto Vogliolo, quien ahora se encuentra a la espera de que el Juez de Garantías, Fernando Mateos, revise el expediente.
En los próximos días podría haber novedades de la justicia, pero Gómez ya adelantó que “si no estamos de acuerdo con la resolución, vamos a volver a marchar”.
“Como madre, quiero que se investigue la muerte de mi hijo para que el agente que le disparó, Diego Flores, vaya preso”, sostuvo y agregó que “si hubiese sido al revés y mi hijo hubiese matado a un policía, ahora estaría en la cárcel”.
La mujer se refirió luego a las irregularidades en la investigación: “Dicen que le dispararon en defensa propia a pesar de que nadie vio un arma y de que no le tiraron a la pierna para llevarlo preso. Le tiraron al pecho para matarlo. Centraron la investigación en el supuesto robo de la moto de un policía, pero no hay ninguna evidencia clara”.
Por último, pidió que vuelvan a citar a los testigos que nunca se presentaron a declarar y dijo que es “una vergüenza” que la policía haya llevado adelante la instrucción, a pesar de no estar permitido por la Suprema Corte de la Provincia. “Ahí uno se da cuenta por qué se cierra la causa”, reflexionó.