Por Germán Celesia / El tema central de las portadas de Clarín, La Nación, El Día es el incremento del valor del dólar en el mercado cambiario. Lo mismo sucede – aunque por razones más obvias – en los diarios económico-financieros Ambito y el Cronista. El anuncio presidencial logra un espacio secundario en las portadas de losmedios opositores. En Clarín, se la muestra a Cristina Fernández con gesto serio y moviendo una de sus manos, como si estuviera enojada por algo. En el costado izquierdo de la foto, hay un pequeño título sin demasiado detalle: “Cristina anunció un plan para jóvenes”. Y en el derecho, un adelanto del rosario de quejas que incluye la edición: “La Presidenta, como si no pasara nada”; lo que advierte al lector que la Jefa de Estado no centró su discurso en las cuestiones que prioriza el Grupo Clarín, como la cotización del dólar.
En La Nación, la foto destaca a la multitud que siguió a la Presidenta en un tramo del discurso que dio desde uno de los balcones internos de la Casa Rosada. También el diario une en uno solo los dos títulos de su medio-colega: “La Presidenta volvió con un plan para jóvenes y eludió la coyuntura”. El matutino no destaca el beneficio anunciado sino que la Presidenta “evitó hablar de la devaluación, la caída de reservas y la inflación”; es decir, de los temas que acaparan los principales lugares de las portadas de los medios adversos al gobierno. Jorge Fernández Díaz, quien de manera recurrente viene atacando a la Presidenta, cuestionando su legitimidad como Jefa de Estado y poniendo en duda su propia capacidad de gobernar, firma un artículo titulado: “La parábola del avestruz y el pecado de mentir”, donde obviamente cusa a la Jefa de Estado de faltar a la verdad, cuando – sólo por citar un ejemplo – el propio diario en el que escribe dedicó en 2011 una página completa a un supuesto paseo de compras de la Presidenta en París, donde se decía que había gastado miles de dólares en productos suntuarios, cuando luego quedó claro que ni siquiera había abandonado el hotel en el que se alojaba.
Según Clarín, “La Presidenta, durante su discurso omitió referirse a los problemas de la gestión que despiertan preocupación sobre el rumbo económico del país.No hizo referencia a los cortes luz, a la suba del dólar, a la caída de las reservas ni a la devaluación del peso”. Además, “gran parte de su discurso fue destinado a criticar duramente a los medios”, según destaca el diario en una nota firmada por Lucía Salinas.
En otro artículo, rubricado por Leonardo Míndez, sostiene el matutino: “En el Gobierno hablan de una Cristina aislada y enojada”, con las palabras “asilada” y “enojada” entrecomilladas, como si hubieran sido dichas por algún funcionario. En el artículo, sin embargo, se menciona a un supuesto secretario cuya identidad no es revelada. Es decir, el diario minimiza lo que dice y hace la Presidenta, descarga su bronca porque no habló sobres cuestiones que el multimedios considera prioritarias desde el punto de vista informativo, y elabora un cuadro psicológico de la Jefa de Estado sin más elementos de prueba que una voz secreta. Cualquier investigador serio en ciencias sociales descartaría tomar de fuente al periódico, o bien trataría de encontrar el motivo oculto detrás de tanta violencia verbal contra la Presidenta. Según Míndez, la Jefa de Estado “está aislada. Encerrada en su núcleo duro y enojada con el resto”, mientras “no hay un programa para afrontar los problemas que se amontonan y ella sigue en sus peleas chiquitas”, según transcribe de la supuesta fuente.
Sobre el plan en sí, el diario califica de “exiguo” el monto que recibiría cada uno de los 1,5 millones de beneficiarios potenciales y agrega: “los 600 pesos no alcanzan para hacer progresar a nadie”. “Cristina tenía una buena noticia para dar, pero otra vez eligió la pelea”, afirma Ignacio Miri, quien se refiera a un supuesto“relato oficial deshecho por la testaruda realidad” sobre la cual el diario se erige como principal vocero.
A su vez, según Facundo Landívar,“lo más notorio fue hacer de cuenta que en este país no pasó absolutamente nada en los últimos 42 días”. También reincide en utilizar una categoría tan vaga como “la gente” para transformarse en vocero de alguien: “Mientras la gente reclama soluciones para problemas específicos, la Presidenta mostró con una crudeza impresionante los límites de su gobierno: a falta de gestos y de acompañamiento, sólo tiene algo de plata para ofrecer”.
En suma, Clarín utiliza un espacio significativamente mayor para criticar a la Presidenta por lo que dijo o dejó de decir sobre diversas cuestiones que para que sus lectores tengan elementos concretos para juzgar la iniciativa anunciada y eventualmente beneficiarse de ella.
En La Nación, un artículo firmado por Mariana Verón destaca que la Jefa de Estado “evitó hablar de la devaluación, la caída de reservas y la inflación”. Según la periodista, “Cristina decidió como estrategia correrse públicamente del día a día de los problemas de la gestión y mostrarse sólo para los grandes anuncios”. Para el “editor” del diario, “la aversión de la Presidenta a hablar de los problemas de la economía y la decisión de sólo dar buenas noticias quedaron en evidencia ayer una vez más”. A su vez, en un artículo sin forma el matutino habla de un “retorno »triunfal» que disimula preocupaciones”.
“Cristina reapareció por TV y anunció un subsidio para jóvenes”, es el título de El Día referido al acto de la Presidenta, ilustrado como una foto bastante más simpática que la de Clarín. En cambio, el diario Hoy habla de “El cinismo de Cristina”, que “no habló de la crisis del dólar y anunció un plan de clientelismo puro”. A contrapelo de la evidencia empírica, el diario de la familia Balcedo habla de “paralización económica”, y se refiere a la supuesta “desvergüenza” de la Presidenta por no hablar de lo que le piden los medios dominantes.