.
El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, cuestionó ayer la paralización de la causa por la apropiación de la empresa Papel Prensa y consideró que se encuentra «virtualmente cajoneada» en el Juzgado Federal Nº 10 a cargo de Julián Ercolini. El funcionario adelantó que a la vuelta de la ferial judicial el organismo que encabeza «redoblará los esfuerzos para que se produzcan avances en el expediente».
A más de tres años de presentada la denuncia penal que dio inicio a la investigación judicial, Fresneda señaló que «la causa se encuentra paralizada y pareciera que el juez Ercolini la tiene cajoneada».
«Como querellantes, aportamos importantes medidas de prueba a lo largo del año pasado, pero no se verificaron avances. Hay una inacción que resulta preocupante», criticó. Y agregó que, cuando finalice la feria judicial, la Secretaría se presentará ante el juez para desarrollar «una estrategia más intensa para producir avances en el expediente».
En la causa se investiga la apropiación en 1977 de Papel Prensa, por parte de los diarios Clarín, La Nación y La Razón en una maniobra que habría contado con la complicidad de la dictadura cívico-militar.
La Secretaría de Derechos Humanos es querellante y reclamó las indagatorias a Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble, integrantes del directorio de Clarín, y Bartolomé Mitre, propietario de La Nación, acusados de haber participado de la apropiación de la empresa de la familia Graiver.
«No hay motivos para seguir demorando estas indagatorias. Estas personas deben declarar para iniciar el camino hacia la verdad», indicó Fresneda y destacó: «Daría la impresión de que el juez Ercolini no se enteró que en el país hubo una dictadura cívico-militar. Es necesario que haya avances para determinar si los acusados son culpables o no. Tampoco es justo para ellos este estado de indefinición.»