El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, salió en las últimas horas a respaldar a los agentes de las patrullas municipales que reprimieron el sábado a un grupo de militantes cuando desarrollaban una actividad cultural para chicos de Villa Adelina.
A pesar de que las brutales agresiones a los militantes de La Cámpora quedaron registradas en un video, el jefe comunal expresó su “solidaridad con los agentes de San Isidro golpeados por una patota política del Gobierno nacional”.
“No nos podemos acostumbrar a que haya policías agredidos cuando cumplen con la custodia de los vecinos y del espacio público”, agregó Posse en su cuenta de Twitter.
Una de las víctimas de las patrullas de Posse, Federico Ferreyra, dijo hoy que «el twitt del intendente es la gota que llenó el vaso; salió a hablar después de dos días diciendo que éramos una patota que habíamos volteado policías».
En diálogo con Radio Del Plata, Ferreyra relató que “en principio se presentaron con dos o tres patrulleros e inspectores municipales para decirnos que no teníamos autorización para realizar esa actividad, que era proyectar videos infantiles para chicos de La Cava y otros barrios».
«Algo ilógico pedir una autorización para estar en una plaza”, destacó Ferreyra y agregó que “igualmente intentamos dialogar y lo que nos respondieron fue que una cosa era que pidamos la autorización y otra que nos las dieran, demostrando que no tenían ningún interés en que desarrollemos esa actividad”.
Durante la charla explicó que «no cortamos ninguna calle, sólo pasamos cortos de Pixar» y apuntó: «el gobierno local se olvida de que existe La Cava, Santa Rita, barrios olvidados por Gustavo Posse».
«Había alrededor de 200 chicos de 2 años para arriba, algunos con discapacidad y no más de 15 militantes, de los cuales 10 eran mujeres», señaló el joven e indicó que siguieron con la actividad «aún cuando nos dijeron que no se podía seguir, y fueron llegando más patrulleros y después decidieron avanzar repentinamente sobre el proyector y sobre las banderas a levantar todo y empezaron a golpearnos muy fuerte».
Por último, recordó que él «estaba tratando de filmar algo y me tiraron entre 8 y me dieron muchas patadas en el piso».