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Dos pedidos de juicio político pesan sobre el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate. Uno de ellos es por las irregularidades en la investigación del reconocido Caso Candela, que incluye vinculaciones con el narcotráfico y pactos de silencio con sectores de la Policía Bonaerense. Pero la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la provincia de Buenos Aires también deberá definir si le inicia un jury por el Caso Georgiadis.
El dirigente montonero Ángel Georgiadis cayó preso en 1975 y fue asesinado en 1977, luego de que Nieva Woodgate –por entonces juez penal de Lomas de Zamora- lo calificara de “subversivo” y autorizara su traslado al Regimiento de Infantería N° 7 de La Plata.
AgePeBA entrevistó a María Teresa Piñero, “Teté”, la viuda de Ángel, quien consideró que un juicio político contra Nieva Woodgate no sólo sería un paso importante “para poder condenarlo” por su actuación durante la última dictadura cívico militar, sino también para terminar con los resabios genocidas que se mantienen dentro del Poder Judicial.
“Federico Nieva Woodgate fue funcional a los intereses de la Junta Militar”, sostuvo Teté y aseguró que “él tenía conocimiento de las violaciones a los derechos humanos, supo que habían matado a Ángel, pero no instruyó una causa, no preguntó, no hizo una autopsia… No cumplió con su deber como juez”.
Hoy, como fiscal general de Morón, Nieva Woodgate está sospechado de desviar la investigación del Caso Candela para ocultar la conexión del crimen con el narcotráfico de San Martín.
El cadáver de Candela Sol Rodríguez fue encontrado el 31 de agosto de 2011, nueve días después de su secuestro, a pocas cuadras de su casa. La comisión investigadora sobre el asesinato de la menor, impulsada por el vicegobernador Gabriel Mariotto en el Senado bonaerense, confirmó la conexión narco del crimen y recomendó en septiembre de 2012 el jury contra el fiscal general de Morón y otros funcionarios del mismo departamento judicial.
Para la viuda de Georgiadis, “en la medida en que las corporaciones y los poderes del Estado no se limpien de los cuadros y de la ideología de la dictadura, van a seguir ocurriendo cosas como estas”.
“La dictadura procuró implantar un régimen y una política que favoreciera a los sectores concentrados del poder, una oligarquía diversificada, empresas multinacionales y el poder financiero nacional e internacional. Para lograrlo, no les importó matar a 30 mil personas y poner a toda la argentina en una cárcel. Si la justicia de hoy no se limpia -y da la impresión de que hay muchos bolsones que no se limpiaron-, nunca tendremos una justicia democrática”, reflexionó.
“Teté” agregó que es “en ese nido” de “connivencia entre sectores de la policía, de la justicia y del poder político con el crimen organizado” donde “se encarna la famosa ‘inseguridad’ de la que tanto hablan los medios hegemónicos”.
“No es poniendo presos a los ‘negritos’ y a los jóvenes que vamos a conseguir seguridad, sino con inclusión social y limpiando las corporaciones, sobretodo la corporación Judicial”, concluyó.