José Nebbia, uno de los titulares de la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Bahía Blanca, habló con esta agencia sobre sus expectativas en torno a la declaración de Vicente Massot ante la Justicia.
El dueño y director del diario La Nueva Provincia deberá dar explicaciones sobre los asesinatos en 1976 de los obreros gráficos Enrique Heinrich y Miguel Angel Loyola, luego de que la Cámara Federal local revocara el fallo del juez federal subrogante Santiago Martínez, que había rechazado citarlo en el marco de la causa.
“Estamos transitando una nueva instancia en el proceso de memoria, verdad y justicia en Argentina”, afirmó Nebbia al considerar que “las dos primeras siempre existieron, pero la justicia volvió con la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final”, de la mano del ex presidente Néstor Kirchner.
“Que Massot deba sentarse ante un juez a explicar el rol de su empresa durante la dictadura es un avance en la profundización de este nuevo proceso de juzgamiento de crímenes de lesa humanidad, significa un cambio profundo con una trascendencia social muy importante”, completó el fiscal.
Si bien están dadas las condiciones para que el director del diario bahiense sea convocado tras feria judicial, la fecha aún no fue fijada. Los integrantes de la Unidad Fiscal de Derechos Humanos exigirán que la citación de convierta en indagatoria, “la única manera de poder preguntarle todas las cosas sobre las que queremos saber”.
“El rol de La Nueva Provincia durante la dictadura está escrito en sus páginas por ellos mismos. Tienen en su historia dos obreros gráficos secuestrados y asesinados, y ésta será la oportunidad de que un responsable explique la participación de la empresa de acuerdo a la imputación concreta que le hemos hecho. Puede hacerlo o no, es su derecho, pero entonces el juez tendrá que decidir sobre una eventual indagatoria”, explicó Nebbia.
El fiscal consideró que “hay un consenso muy claro en torno a la responsabilidad de los militares que intervinieron directamente en delitos de lesa humanidad”, por lo que hoy el desafío “es avanzar sobre los civiles involucrados”.
“Ya sabemos quiénes fueron los militares, ahora tenemos que saber quiénes fueron los civiles que instrumentaron el Golpe y se enriquecieron con él”, subrayó.
Para Nebbia, avanzar en esta línea “es más difícil” debido a que “estos poderes continúan gravitando en nuestra vida política y social”.
“Los militares de alguna manera cayeron en desgracia y ya no cuentan con el poder para jaquear a un gobierno y condicionar un proceso democrático, pero los civiles que instrumentaron el Golpe de Estado de 1976, oponen fuertes resistencias. Por eso no será fácil avanzar sobre esa pata del conglomerado represor”, concluyó.