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«Saldremos todos los organismos de derechos humanos a respaldar a los trabajadores del Parque», dijo Almeida en declaraciones a Télam al rechazar la decisión del subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural porteño, Claudio Avruj, de no otorgar actualización salarial a los veintisiete trabajadores que, en su mayoría están contratados.
«Sería otro delito contra la memoria de nuestros hijos, que tienen un monumento en su recuerdo en un espacio visitado por miles de personas cada año», remarcó la Madre de Plaza de Mayo y agregó que «al decir que si no están de acuerdo renuncien, es lo mismo que decir que no les interesa mantener el espacio».
El conflicto con los trabajadores del espacio de la Memoria en la Ciudad de Buenos Aires comenzó el jueves cuando el subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural porteño, Claudio Avruj, informó que «no se iba a otorgar una actualización salarial para los trabajadores», según contó a Télam la directora del Parque, Nora Hochbaum.
En un comunicado, los trabajadores señalan que «lejos de reconocer la capacidad profesional y técnica, la experiencia y el compromiso con el espacio, el Gobierno de la Ciudad nos amenaza con aceptar su propuesta o quedarnos sin trabajo».
Destacan que «el 98 por ciento de los trabajadores son contratados hace años como monotributistas, sin estabilidad ni derechos laborales», y consideran que la medida «implica un paso más hacia el vaciamiento profesional de la institución y es el paso previo a su cierre».
El Parque de la Memoria, en Costanera Norte, es un espacio reconocido a nivel internacional por ser sede del Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado y por la calidad y magnitud de sus proyectos: muestras de arte, seminarios y talleres con escuelas, entre otros.
El último año fue visitado por más de 500 mil personas, incluyendo a cientos de personas de organizaciones no gubernamentales y embajadas.