Luego de inaugurar el pesebre de la plaza de San Pedro, el papa Francisco ofició su primera Misa de Gallo, que tuvo lugar más temprano que años anteriores para permitirle descansar antes de la Navidad.
Desde la Basílica de San Pedro, y ante cientos de fieles católicos, Francisco aseguró durante su homilía que “Jesús vino para liberarnos de tinieblas y donarnos la luz”.
“Somos un pueblo en camino y a nuestro alrededor -y también dentro de nosotros- hay tinieblas y luces, pero en la noche de hoy, cuando el espíritu de las tinieblas cubre el mundo, se renueva el acontecimiento que siempre nos asombra y sorprende: el pueblo en camino ve una gran luz”, agregó.
Mañana al mediodía, Francisco dirigirá desde el balcón de la basílica un mensaje navideño e impartirá la tradicional bendición apostólica «urbi et orbi»; que significa a la ciudad y al mundo.