El Túpac Katari fue lanzado al espacio desde el centro espacial de Xichang, en el suroeste de China, hasta donde se desplazó el presidente Evo Morales, quien realiza una visita oficial al país asiático.
Antes que Bolivia, contaron con satélites en la región Brasil, Argentina, Chile, Venezuela y Colombia.
Los primeros en acceder a estos ingenios fueron los brasileños, quienes pusieron en órbita el Brasilat 1 en 1985, y cuentan en la actualidad con 11 de esos artefactos.
Luego, en 1990, le tocó el turno a Argentina, con el Lusat 1, dueña hoy de 10 satélites, en tanto Chile, que cuenta con tres, se estrenó en 1995 con el Fasat-Alfa.
A la lista se sumó Colombia en 2007, con el Libertad 1, y un año después lo hizo Venezuela con el Venesat 1.
La desaparecida Unión Soviética fue el primer país en poner un satélite en órbita, lo cual ocurrió en 1957 con el Sputnik, y Rusia, heredera de aquella tradición, suma en la actualidad mil 390 ingenios de ese tipo en el espacio.
Estados Unidos, que se sumó a la carrera espacial en 1958 con el Explorer 1, le sigue los pasos con 999.
Por su finalidad, los satélites se dividen en seis grandes grupos: los de comunicaciones, meteorológicos, de navegación, militares y espías, de observación de la tierra, y científicos y de propósitos internacionales.
El Túpac Katari clasifica entre los primeros y brindará servicios de telecomunicaciones a unos tres millones de bolivianos que habitan en zonas rurales, donde no llega la telefonía celular, la radio ni la televisión.
Por otra parte, según las Fuerzas Armadas, constituirá una herramienta para «consolidar centros de comando de control, inteligencia e información orientados a minimizar riesgos, desastres y monitorear situaciones de contingencia en el país».
Según el director de la Agencia Boliviana Espacial, el satélite será controlado desde las bases de Amachuma, a cuatro mil metros sobre el nivel del mar y ubicada en las cercanías de esta capital, y La Guardia, en Santa Cruz, en pleno llano boliviano.