El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sostuvo hoy que «es muy bueno hacer un debate profundo sobre la ética empresarial» además de la política, y respondió así a las críticas de la Iglesia católica, que ayer había dicho que la corrupción política es peor que los saqueos y que éstos derivan del «fracaso de las políticas de inclusión».
«Muy por el contrario de percibirse como un fracaso, la inclusión social ha sido claramente exitosa en los últimos diez años y es un éxito reconocido internacionalmente», afirmó Capitanich en conferencia de prensa desde Casa de Gobierno, y precisó: «Permitió que 11,6 millones de personas tengan incluson social, tenemos el salario Mínimo Vital y Móvil más alto de América Latina, el mayor nivel de cobertura previsional, hemos experimentado un mejorameinto del coeficiente de Gini y la Asignación Universal por Hijo, que ha mejoraod un 155% de 2009 a la fecha, constituye una herramienta extraordinariamente importante para las familias argentinas».
Sobre este punto, destacó el rol de «un sistema de seguridad social robusto» como el que gestiona la Anses, ya que «la inclusión social no solamente implica la AUH, jubilación anticipada, la movilidad jubilatoria, sino que ha sido una herramienta eficaz para el crecimiento económico».
“Llamemos a las cosas por su nombre y su realidad. Es cuestionable la acción de robar, saquear y destruir. Pero también es cuestionable, y tal vez con más fuerza, el vandalismo de los ricos y el saqueo de los corruptos”, había afirmado ayer el presidente de la Pastoral Social, Jorge Lozano.
Sobre estas declaraciones, Capitanich respondió: «Es muy bueno que exista un severo control de los ciudadanos con respecto a la corrupción política, no se habla de corrupción empresaria. ¿Por qué aceptamos que existan grupos económicos concentrados que extorsionen al pueblo argentino?».
En ese sentido, dijo que «es muy bueno hacer un debate profundo sobre la ética empresarial, la posición dominante, los grupos monopólicos» y criticó el «discurso facilista que excluye a la ética empresarial y castiga, que es muy bueno, a la ética política». Sin embargo, el funcionario no quiso confrontar abiertamente con la Pastoral Social y consideró que no incluyó el tema de la corrupción empresaria «porque no forma parte del debate público».