En el segundo debate por este hecho, el único imputado es Alfredo Torino Borda, señalado como quien realizó los llamados extorsivos para exigir a la familia de la víctima el pago de un rescate de 500 mil dólares.
Elpidio Portocarrero, abogado de la familia Ramírez, informó a Télam que en la primera audiencia declararon tres peritos de Gendarmería que realizaron dos cotejos de voz, uno con el audio de una de las escuchas de los llamados extorsivos, y el segundo con una toma que se realizó cuando Torino Borda ya estaba detenido.
Ramírez fue secuestrado el 10 de diciembre de 2002 por delincuentes vestidos de policías, cuando iba en una camioneta Fiat Ducato a visitar a una amiga. Los captores se comunicaron con su padre y le exigieron medio millón dólares para liberar a su hijo, a lo que la familia respondió que le era imposible reunir esa suma. Si bien la familia recibió una prueba de vida, las llamadas terminaron el 18 de diciembre de ese año y el joven nunca apareció.
Una de las hipótesis que no se descarta es que el cadáver haya sido incinerado en el horno de una panadería, propiedad de un familiar de uno de los imputados.
En el primer juicio fueron condenados a 17 años de cárcel Julio Robledo y Claudio Maiz, quienes siguen en prisión, y Adrián Pérez, partícipe necesario, que está en libertad condicional.