La presidenta Cristina Fernández de Kirchner tomó juramento esta tarde a su nuevo jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en su regreso oficial a la actividad en Casa de Gobierno, tras 47 días de licencia.
La mandataria resaltó que además de los funcionarios y miembros de gobierno se encontraban presentes «los militantes políticos» aunque, aclaró, quienes hoy juraron «también son militantes».
Luego recibió a Axel Kicillof, quien juró y asumió como ministro de Economía, y a Carlos Casamiquela, quien se puso al frente de la cartera de Agricultura Ganadería y Pesca.
Al término de la breve ceremonia, Cristina se dirigió a los balcones internos de la Casa Rosada para saludar y hablarle a los militantes kirchneristas que colmaron los patios para expresarle su apoyo.
«En este momento tan especial, en un mundo tan complejo, quiero que unamos esfuerzos. Que los trabajadores, empresarios, que aprendamos el ejemplo de esta YPF recuperada para recuperar la soberanía energética», dijo Cristina desde el piso superior del Patio de las Palmeras.
En este marco, destacó que la petrolera «dio más ganancias porque reinvierte todo lo que gana y es la clave para profundizar el proceso de industrialización» y enfatizó: «Para eso la recuperamos».
«Con YPF nos vamos a asociar con quien tengamos que asociarnos, con los acuerdos que sean más convenientes, porque no tenemos prejuicios ni usamos anteojeras», aseguró.
Poco después de brindar su discurso ante los centenares de militantes que la ovacionaban, Cristina regresó para hablar nuevamente y remarcar que el Gobierno realizará “la mayor inversión en ferrocarriles urbanos y de transporte de cargas para mejorar la competitividad».
También subrayó «los logros conseguidos por Aerolíneas Argentinas que hasta lo destaca la propia competencia» y recordó haber recibido esa compañía «despedazada», antes de la estatización.
«Que nunca más nos dividan por cuestiones falsas e inexistentes. No nos dejemos robar las esperanzas de una Argentina mejor, porque la estamos construyendo», sostuvo Cristina y pidió «organizarse para transformar en cada barrio, para ayudar al otro e integrarlo a un proyecto integral de país que no reconozca divisiones de banderías partidarias».