Por Carlos López / La muerte de Enzo Ledesma en San Martín pone nuevamente al descubierto la estrecha relación de los poderes político, judicial y policial con el narcotráfico, tal como lo advirtió el vicegobernador Gabriel Mariotto en su oportunidad, y como quedó demostrado en las conclusiones que presentó la Comisión Candela de la Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires, en septiembre del año pasado, tras investigar el caso de la menor asesinada, Candela Sol Rodríguez.
Sin embargo, ni las autoridades provinciales ni municipales tomaron nota de estos anuncios, dando lugar a la continuidad de la complicidad entre el delito y elementos de la Policía Bonaerense, trama que esta semana aparece vinculada al asesinato de un menor de 13 años, cuando recibió dos disparos en la espalda en el barrio La Cárcova, de José León Suárez.
Quien también había acompañado los dichos del Vicegobernador fue Rodrigo González, el abogado defensor de los imputados en la causa Candela, Guillermo López y Fabián Gómez, ya que en su momento las pruebas -que se recopilaron tarde por inacción del fiscal- indicaban que las rutas delictivas del caso apuntaban a San Martín y vinculaba a unos treinta efectivos policiales con narcotraficantes.
“Siempre anunciamos que estas cosas iban a pasar y creo que San Martín es la zona del Conurbano bonaerense en donde más encriptado está el narcotráfico en vinculación con el poder policial de la zona”, aseguró González.
Con respecto a las intenciones del Vicegobernador de afrontar la complicidad policial con el narcotráfico, sostuvo que “cuando se propone algo por un lado, te lo frenan por el otro, porque hay muchos intereses en juego”.
Además, afirmó que “esto que paso es producto de no haber escuchado todo lo que dijimos, todo lo que dijo la Comisión Candela del Senado, y por eso no me sorprende que pasen estas cosas. Esto va a ser peor siempre y cuando no se intervenga profundamente sobre este problema que tiene San Martín, porque para que pase esto tiene que haber vinculaciones políticas”, advirtió.
El abogado también fue crítico con el accionar de la policía, principal reclamo de los familiares de Ledesma que marcharon a la Comisaría 4ª de José León Suárez y terminaron incendiando el lugar, en el marco de promesas de allanamientos, incumplidas durante esta semana y una espera sin sentido para recopilar datos que sirvan en la búsqueda del o los posibles asesinos.
“Se puede esperar para detener a alguien, pero no se puede esperar para investigar y allanar, las primeras horas son fundamentales para una investigación, entonces si no se allana y no se investiga, el resultado es el extravío letal de la prueba y darle la posibilidad a los culpables para que influyan sobre los testigos”, detalló González.
En el mismo sentido, explicó que el desarme del narcotráfico no se puede lograr “cuando la policía está involucrada y las bandas narcos son mixtas, porque si la policía lleva adelante su función el narcotraficante tiene un limite para avanzar, pero cuando se liberan las zonas y trabajan en conjunto, los límites se borran, y la sociedad es rehén de esas mafias”.
A su vez, continuó: “La policía sabe cómo se hacen estas cosas, entonces cuando actúa así hay que dudar de la policía, porque puede haber un oficial inepto pero no toda la fuerza, y eso hace pensar que deliberadamente quieren ocultar algo”.
El letrado recordó que en el caso de Candela Sol Rodríguez, asesinada en agosto de 2011, “realmente todo lo que encontramos conducía a San Martín, entonces a este nene lo matan así como a Candela la matan las omisiones del Poder Judicial en combinación con la policía, porque actuaron tarde”.
De la misma manera, remarcó que “sabíamos que la última señal que emitió la antena del celular de Candela era en San Martín, y lo que debían hacer era dar vuelta la ciudad, no allanar Quilmes como hicieron, con el agregado de que la información estaba filtrada; los medios llegaban junto con la policía”.
Este escenario del distrito conducido por Gabriel Katopodis y los antecedentes en otros crímenes, para González generan que “si no se apuran en investigar, con este chico asesinado puede ocurrir que no descubran nada o puede pasar lo mismo que pasó con Candela, meter presos a un manojo de tipos y señalarlos con el dedo como culpables”.