.
Los vecinos de la localidad bonaerense de Mercedes no salen de su asombro. El intendente Carlos Selva, enrolado en las filas del massismo, mandó a “apretar” a la periodista local Andrea Dematey por “la publicación de noticias que no fueron de su agrado. Fue un claro apriete en contra de la libertad de prensa”, explicó la dueña del diario Actualidad de Mercedes. Dematey narró cómo se montó en la puerta de su domicilio un operativo municipal con nueve inspectores de tránsito “sin motivos claros. Hablaban por teléfono con alguien al que le decían: después de esto no joden más”. La denuncia fue presentada ante autoridades policiales, mientras que la confusa respuesta de Selva fue que había sido “un error hacerlo con la estructura municipal y la ropa de trabajo”.
“Fuimos a decirte que tengan cuidado con las boludeces que escriben en el diario porque les va a ir mal”, fue el mensaje que le dieron en persona al esposo de Dematey, Javier Torre, apenas lo identificaron cuando se retiraban del domicilio, y Torre los siguió en su automóvil para tomar la identificación de las patentes. Tres camionetas y tres motos con nueve personas pertenecientes a Control Urbano de la municipalidad mercedina habían pasado por su domicilio particular sin motivos que justificaran el operativo y su presencia con la función del escuadrón de tránsito. El mensaje fue más claro aún cuando el conductor de la camioneta bajó e increpó a Torre diciendo “no sabés con quién te estás metiendo, esto recién empieza, dejen de escribir cosas en el diario”, destacó Torre en su relato al matutino Página/12.
La Unidad de Control Urbano responde a un ex gendarme y mano derecha de Selva, José Bernárdez. Fue él quien se comunicó con el matrimonio agredido para preguntar por lo sucedido. “Negó que los inspectores hayan pasado por la casa hasta que presentamos y publicamos las imágenes tomadas por la cámara de seguridad que tenemos en el frente de la casa”, detalló Dematey haciendo foco en la publicación del periódico que dirige, del 17 de octubre, que muestra en la tapa los móviles y los agentes de tránsito en medio del “operativo de apriete”. La respuesta posterior de Bernárdez fue que “se encontraban en momento del refrigerio y que le habían pedido permiso para preguntar por una nota que había publicado”, continuó relatando la periodista sin salir de su asombro.
“Publicamos una nota sobre la usurpación de terrenos cerca del cementerio de Mercedes. Eran terrenos que tenían dueño y que el intendente promovió que se usurparan. Publicamos la noticia porque hay audios de Selva y creemos que eso fue lo que no le gustó”, aseguró Dematey al intentar encontrar una explicación a la patoteada municipal a la que fue sometida el miércoles 16, a pesar de que no se encontraba en su domicilio. “Eran nueve inspectores municipales que asustaron a mis hijos, los dos menores de edad, que se encontraban en mi casa. Con una actitud intimidante en todo momento, hablaban fuerte para que los escuchen”, recordó que fue lo que determinó a sus hijos a llamarlos para advertirles lo que estaba sucediendo. Pero no fue el primer llamado que recibieron esa mañana porque algunos minutos antes vecinos de su anterior domicilio ya se habían comunicado para advertirles que “inspectores municipales en camionetas y motos habían desplegado un operativo en la zona y preguntaban de mala manera” por los periodistas.
Selva lleva diez años al frente de la municipalidad de Mercedes, siempre bajo el ala del justicialismo. En las elecciones del 2011 vio peligrar su continuidad en la jefatura comunal con la presentación del candidato a intendente del Frente para la Victoria, Juan Ignacio Ustarroz, dirigente de la agrupación La Cámpora. Selva, que era apadrinado entonces por el gobernador Daniel Scioli, pudo imponerse luego por algunos cientos de votos. Con su reciente salto a las filas del intendente de Tigre, Sergio Massa, el sciolismo le soltó la mano y apuesta todo a lo que pueda ofrecerle el Frente Renovador después de las elecciones.
Cuando la denuncia comenzó a tomar forma, el intendente mercedino apuntó rápidamente a “una operación política”, intentando culpar a sus adversarios en la zona. “Trabajé mucho con Selva, y no tengo ninguna vinculación política con ningún sector. Intento llevar adelante un medio zonal independiente”, destacó Dematey, que en Mercedes además conduce un programa de televisión por cable los sábados en un canal de la zona y condujo diversos programas radiales. “La actitud del intendente de apretar a los medios es recurrente, no pasa un día en el que no llame alguien de la municipalidad para pedir que no se publique alguna nota o que retengamos alguna información”, denunció la dueña del medio, dejando ver el accionar de la intendencia sobre los medios de comunicación locales.
La familia comenzó a moverse en bloque a partir de las amenazas. “A donde va uno vamos todos, ninguno puede andar solo por la ciudad porque no podemos estar tranquilos”, señaló Torre, y Dematey ejemplificó la situación con una acción cotidiana: “Voy al banco y dejo el auto estacionado en la vereda de enfrente. En cuanto salgo tengo a tres inspectores de tránsito mirando mi auto y mis movimientos. ¿Cómo puedo estar tranquila así?”, se preguntó mientras aseguraba que la denuncia quedó en manos de la UFI 5 “a cargo de un fiscal que responde a Selva”.