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Por José Luis Ponsico / El 4 de julio de 1965, en Bélgica, el Patín argentino llega al podio. Primer título mundial para Mar del Plata. Hugo Reynaldo Ibarguren, representante del Club General Mitre, 24 años, ganador de la medalla el Día de la Independencia de Estados Unidos.
Hugo, peronista, viaja a Madrid y le dedica el triunfo a Mar del Plata y al general Juan Perón. «¿Así que tu abuelo Joaquín Ibarguren tenía parentesco con la familia de mí querida Evita?, indagó el ex Presidente de la Nación en el exilio madrileño. «Sí, General. Primo de Juana Ibarguren», respondió el deportista. «Ahora me doy cuenta por qué saliste bueno», sonrió Perón y obsequió una billetera. En el relato testimonial de Hugo, necochense de corazón y marplatense por adopción, siempre lleno de sensibilidad popular.
Mar del Plata. El Club General Mitre, cien años de historia, antiguos dirigentes aún emocionados con el recuerdo deportivo y el contexto político. Para Néstor González, 73 años, presidente de la entidad en las décadas del ´70 y 80. «Lo del Bocha Ibarguren es una de las proezas recordadas del deporte marplatense…» cuenta el popular Petete.
La llegada de los grandes del patín marplatense, además de Ibarguren, Manuel Narciande, Raúl Scafati, continuadores del precursor Adalberto Lugea, que honra al Patinodromo municipal con su nombre y apellido. Tiempos del silencioso e influyente periodista y hombre del Patín, Iarbas Miguel Alfieri.
Reconocido periodista, fallecido hace tres semanas, valorado por acompañamiento a la inolvidable ciudad de Wetteren. Fundador de entidad que nuclea al patín local desde hace seis décadas. Siempre ligado a la Federación. Ibarguren -dice- «debe a Miguel, mucho en el primer título mundial para el continente americano».
Madrid 1965. Ibarguren tenía reservada una sorpresa al creador del Justicialismo. Cuando empezó a correr -Hugo tenía 8 años- pleno auge del primer gobierno peronista, Torneos Evita, 1949, el chico del patín le envió una carta al Presidente de la Nación. Cuya copia llevó para regocijo de su inseparable «Paisano» Narciande.
«Cuando el General leyó mí carta del ´49, al tiempo que se la mostraba a Isabelita. Lo que iba a ser una hora con Perón, terminó siendo medio día con los dos. Alfieri y Scafati empezaron a preocuparse», reconstruye ahora. «Es que tardábamos mucho en regresar. Se trataba de la delegación deportiva que representaba a la Argentina y Perón llevaba diez años prohibido. Aún por el gobierno del radical Arturo Illía. Algo parecido vivió Osvaldo Suárez en los Juegos Iberoamericanos», sigue.
«¡En aquel tiempo creo que sólo Pascual Pérez había dedicado unos años antes el título mundial a Perón!». Y siguió: «Uno que iba a visitarlo en `Puerta de Hierro´ el extraordinario Enrique Omar Sívori. Perón adoraba al `Cabezón´. No sólo por la calidad de jugador», recordó Ibarguren multicampeón de los 10.000 metros.
Aparecen otros nombres y apellidos de la época. Luis Rafaldi y más cerca en el tiempo la notable Nora Vega. Hugo no quiere olvidarse de nadie. «Estuve veinte años en Radio LU9 tiempos de Mario Trucco, los Alfieri -incluye a Jorge- Mario David, Oscar Gastiarena, Enrique de Thomas, «Wing».
La época dorada de Evaristo Marín Palmero. «Estuve a cargo de la musicalización y la emisora fue la primera en transmitir durante 24 horas». Ibarguren embala, una recta en la evocación y en las páginas amarillas.