Julio Benítez, quien el sábado pasado conducía la formación que se estrelló en la estación terminal de Once, pasará la noche en la sala de la Alcaidía de los Tribunales de Comodoro Py 2002 tras declarar que tenía «un recuerdo borroso» del accidente.
El juez Ariel Lijo ordenó que el maquinista, único imputado por el choque del tren, sea sometido en las próximas horas a una revisión médica y a estudios complementarios por parte del cuerpo médico forense, a raíz de que «no recuerda, salvo flashes, lo que ocurrió».
Benítez arribó a los tribunales en un automóvil de la Policía Federal poco antes de las 13 de este lunes, fuertemente custodiado por otros dos vehículos y motocicletas e ingresó con la cabeza tapada al sector de la alcaidía, desde donde fue llevado al tercer piso para declarar como imputado ante el magistrado.
Fuentes judiciales anticiparon que podría ser imputado por «estrago doloso», una calificación más grave que culposo, aunque esto se definirá una vez que Lijo tenga en su poder las imágenes del disco duro de la cámara ubicada en la cabina del tren accidentado.