En París una veintena de institutos se sumaron a las manifestaciones, extendidas también a barrios periféricos y ciudades como La Rochelle, Lyon y Marsella.
El punto culminante es la marcha esta tarde desde la emblemática Plaza de la Bastilla hasta Nación, donde desfilarán estudiantes y dirigentes políticos.
Las protestas fueron convocadas por la Federación Independiente y Democrática de Liceos para reclamar el retorno al país de Leonarda Dibrani y del armenio Khatchick Kachatryan.
Leonarda fue detenida por la policía durante un paseo escolar en el departamento de Doubs el 9 de octubre y deportada ese mismo día junto a su familia rumbo a Kosovo.
La adolescente de origen rom, como se conoce aquí a los gitanos, cursaba el tercer año de secundaria en una escuela de esa zona, colindante con la frontera de Suiza, y fue capturada delante de sus compañeros por las fuerzas de seguridad, que obligaron a detener el bus donde viajaba.
Por su parte, el joven armenio Kachatryan, alumno del liceo parisino Camille-Jénatzy, fue detenido el 19 de septiembre durante un control de identidad y expulsado del país el 12 de octubre, tras pasar varias semanas en un centro de retención para inmigrantes.
«Ellos son estudiantes como nosotros. Es un imperativo que regresen a Francia. Estamos creando un movimiento exclusivamente estudiantil que está cobrando fuerza para exigir su retorno», dijo a la prensa Heloise Hamiki, durante la concentración frente al instituto Charlemagne.
La víspera entre siete mil y 10 mil jóvenes marcharon hasta la sede del Ministerio del Interior para rechazar la expulsión de estudiantes extranjeros en situación irregular y responsabilizaron con el caso al titular, Manuel Valls.
Ante el revuelo provocado por este hecho, las autoridades ordenaron una investigación sobre el arresto y deportación de la adolescente gitana, cuyos resultados serán presentados al gobierno esta noche.