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Organizaciones sociales y vecinos del Tigre demandan soluciones a diferentes realidades que no son atendidas por el municipio que conduce Sergio Massa, en los barrios populares del distrito, vinculadas a la falta de agua potable y las inundaciones motivadas por el dique que se produjo con la construcción de countries como Nordelta.
En tanto, denuncian que padecen una administración “que ve al Delta sólo con un criterio inmobiliario”. Entre los temas planteados por los vecinos del Tigre se encuentra principalmente la problemática ambiental, las inundaciones y la posible modificación de las normativas de construcción para las islas del Delta, que implicaría pagar más impuestos.
Ayer, convocados por la Asamblea del Delta y el Río de la Plata, diferentes actores sociales de Tigre se concentraron ayer en la Estación Fluvial para exigir soluciones, según informa el diario Página 12.
Uno de los isleños que participó fue Fernando Delgiudice, ecólogo y vecino de las islas desde hace más de 30 años, quien afirmó: “En Tigre padecemos una administración que ve al Delta con un criterio inmobiliario”.
Según este especialista en temas medioambientales, la problemática “está completamente postergada: Sergio Massa planificó para 2014 un presupuesto del área de medio ambiente, que sumado al de salud no llega a la mitad del que asignarán a publicidad”.
Con respecto a las condiciones de vida de los isleños, Delgiudice recordó que en las islas “la población isleña carece de agua potable y de los servicios de tratamiento cloacales en un ciento por ciento. Estamos hablando de más de 11 mil personas que no tienen tendido de agua potable, son necesidades básicas que no son atendidas por el municipio”.
Otra preocupación de los isleños tiene que ver con la modificación de las normativas para construir en las islas, una ordenanza que fue aprobada a principios de año, y que luego fue congelada ante las protestas de los vecinos del Delta.
La modificación plantea una reforma del Código de planeamiento urbano para la construcción en las islas, que significará nuevos impuestos, como por ejemplo el del uso de los espejos de agua, que significa que todos los que amarren en muelles deberán pagar una tasa, incluidos los isleños.
Margarita, una vecina del barrio Las Tunas que llegó a la Estación Fluvial desde el otro extremo del distrito para reclamar por una realidad distinta de la de los isleños, las inundaciones, contó que si bien todo el municipio de Tigre es una zona inundable por la cercanía al río, “del mes de diciembre a esta parte, el barrio se inundó cuatro veces, y en ninguna de ellas hubo sudestada, que es lo que generaba inundaciones hasta hace unos años”.
“Yo nací y me crié en Las Tunas, donde los bañados escurrían el agua de lluvia y no nos inundábamos, pero en esos bañados se construyeron barrios cerrados”, afirmó la mujer, y señaló la responsabilidad de Nordelta, uno de los principales barrios privados del norte del conurbano: “Dentro de ese country se achicó el cauce del arroyo Las Tunas y se construyeron compuertas que bloquean el curso del agua”.
“En el mes de mayo, los propios vecinos tuvieron que hacer un agujero en el muro de La Comarca, que es el último barrio que se construyó, y recién ahí el agua empezó a bajar. Por eso decimos que en Tigre no se tiene en cuenta a los barrios populares a la hora de hacer estos emprendimientos inmobiliarios”, remató.
La actividad incluyó una exposición de productos artesanales realizadas por los isleños. Entre los participantes hubo habitantes de las islas del Delta, Agrupaciones de los barrios inundables de Tigre, la Biblioteca Popular Paula Albarracín del Delta, el Movimiento Nacional Campesino Indígena, habitantes de Punta Querandí, entre otros.