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A casi dos años del inicio de los controles a la compra de dólares para atesoramiento y compra venta de inmuebles, el sector de la construcción empezó a adaptarse a la inversión en pesos, lo que le permitirá este año crecer a niveles de 2011, el último año récord de la actividad. El presidente del Grupo Construya, Pedro Brandi, aseguró ayer que en los últimos nueve meses la actividad mejoró «entre un 7 y un 8%» en comparación a igual período del año anterior.
En diálogo con Tiempo Argentino, el empresario aseguró además que el sector logró recuperarse lentamente de los problemas generados por la inaccesibilidad al dólar con una fórmula sin misterios. «Los desarrolladores se dieron cuenta que no había otra manera de mantener el negocio que apostando al peso», explicó Brandi y agregó que «lo que hoy se construye es 100% Fondo Fiduciario en pesos, lo que permite captar ahorros de la gente en moneda local y dar facilidades de pago.» ¿Cómo es el sistema? Los desarrolladores construyen y venden desde el pozo viviendas en pesos, otorgando entre 12 y 24 cuotas un tiempo antes de que la vivienda esté concluida. Para entrar a esos fideicomisos, se necesita un monto inicial, que luego se completa con las cuotas, que suelen tener un interés en línea con el índice de costos de la Cámara de la Construcción. Cabe destacar que el 80% de los costos de construcción son en pesos, y el 20% en dólares, correspondiente al terreno donde se edifica. «Con el cepo cambiario no quedó otra que buscar alternativas, que por suerte han podido tener éxito», detalló Brandi, que puso una luz de alerta en lo que tiene que ver con la venta de inmuebles usados. Estas unidades, si bien fueron construidas mayoritariamente en pesos, aún siguen comercializándose en moneda estadounidense.
«Cuando la vivienda entra en la inmobiliario, ahí se genera el problema, porque cuesta colocar ese inmueble», dijo el titular de Construya. Brandi especuló con que el «Plan Pro. Cre.Ar pueda apalancar el mercado del usado, ya que hoy se están dando líneas de crédito para casas ya construidas, pero por el momento los montos son escasos. Así que habría que debatir cómo se hace para mover ese mercado.»
Sobre esta última cuestión, Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, asegura el CEDIN, a pesar de no haber cumplido con las proyecciones originales del Gobierno, ha sido un instrumento valioso a la hora de facilitar operaciones. «Ha dado resultados, más allá de que las expectativas no se cubrieron, pero de alguna manera el mercado inmobiliario se movilizó, por eso alentábamos la prórroga», indicó Arévalo. «Estamos presumiendo que puede movilizar unos 200 millones de dólares más, que puede no ser mucho, pero son operaciones donde la gente puede cobrar, le entregan los dólares, y quizás si hay más operaciones pueda prorrogarse en el tiempo hacia 2014», ponderó el empresario.
Ahora bien, a la hora de analizar el impacto de la pesificación de las operaciones a lo largo del territorio, el directivo diferenció lo que ocurre en la ciudad de Buenos Aires en relación al resto de las provincias. «En las provincias, quizás por una cultura más arraigada, se han adaptado a una pesificación y se venden en pesos las propiedades, es en Buenos aires, donde el propietario que compró y quiere vender en dólar», agregó.