El Programa Nacional “Hacia un Consenso del Sur para el Desarrollo con Inclusión Social” tiene como objetivo la promoción del debate, problematización y divulgación de un nuevo paradigma en las ciencias sociales que dé cuenta de los procesos de transformación latinoamericanos y que examine las dinámicas de inclusión social, ampliación de derechos y desarrollo autónomos desde una perspectiva nacional, popular, federal y latinoamericana.
Será implementado desde la Subsecretaría de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias y se financiarán proyectos de investigación sobre temáticas locales y regionales.
Al participar de su presentación en el Palacio Pizzurno, la decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Florencia Saintout, destacó el compromiso del Ministerio con relación a las universidades nacionales y el incentivo a la producción de investigaciones desde el campo de las ciencias sociales.
“Esto demuestra que, lejos de cualquier idea de repliegue, estamos pensando en la profundización de los grandes cambios que se desarrollan desde 2003. No debemos comernos la curva de que éste es el momento histórico más difícil del kirchnerismo, porque han ocurrido dificultades mayores y las hemos superado con esfuerzo y compromiso militantes”, explicó.
La también candidata a concejal por el Frente Social platense se refirió luego a los paradigmas epistemológicos por los que han atravesado las ciencias sociales en Argentina: “Durante los años 50 y 60, imperó la pedagogía del orden, del progreso y del desarrollismo, a la cual se enfrentaron diversas corrientes críticas como las Cátedras Nacionales que enfocaban el conocimiento desde el paradigma de la liberación. No obstante, esas tradiciones de luchas antiimperialistas fueron luego desarmadas y desarticuladas por la Dictadura de 1976”.
“En los 80, será la transición democrática lo que convocará a las ciencias sociales con el abordaje fundamental sobre las libertades individuales. Es la época de las rupturas, de las desintegraciones y de la pedagogía de la desesperanza. En ese marco, la palabra ‘intervención’ aparece como totalitaria, como mala palabra. El enfoque es el de las estructuras mínimas, los relatos de lo micro, lejos de la discusión sobre el poder y las estructuras. Finalmente, a partir de 2003 se cambiaron radicalmente esas tradiciones académicas y aparecieron y se hicieron visibles las profundas transformaciones y los grandes caminos de invención. Han ocurrido grandes cambios en estos años y es hora de estudiarlos, reflexionar sobre ellos y sistematizarlos”, enfatizó Saintout.
Acerca de los nuevos desafíos para las ciencias sociales, la decana consignó que “deberemos volver a repensar al Estado, a lo popular, las libertades, la diversidad y la igualdad” y consideró que “las ciencias sociales deben dar todas las batallas por la felicidad del pueblo”.
Por su parte, el secretario de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, planteó “la obligación de producir conocimiento con relación a las transformaciones estructurales producidas en nuestros países durante los últimos años”.
“¿Cómo y con qué herramientas y paradigmas se ha avanzado en términos de igualdad e inclusión social y cómo hemos construido la integración regional? Necesitamos enfrentar el desafío de una mayor producción de conocimiento desde las ciencias sociales para abonar el camino hacia otra Década Ganada”, manifestó.
También participaron el decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, Diego Tatián, el politólogo y panelista del programa 6, 7, 8, Edgardo Mocca, entre otros.