“Ordenó considerar el establecimiento de una línea de vuelos directos entre Irán y EEUU para eliminar los problemas que enfrentan ciudadanos iraníes en EEUU”, anunció el alto funcionario.
Los vuelos directos entre ambos países se interrumpieron tras la revolución islámica de 1979.
La semana pasada, el presidente Rohani, quien salió elegido en los comicios de junio pasado, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, mantuvieron una conversación telefónica, la primera entre los líderes de Irán y EEUU tras la revolución iraní.
Según reveló Obama, ambos líderes analizaron vías para resolver el conflicto en torno al polémico programa nuclear iraní. El presidente estadounidense subrayó que hay posibilidades de solución y que esta debe ser por la vía diplomática.
EEUU y otros países occidentales sospechan que Teherán podría desarrollar armas nucleares bajo la cobertura de un proyecto de energía atómica civil. Teherán afirma a su vez que su programa está orientado exclusivamente a satisfacer la demanda interna.
Actualmente, el país persa está sometido a sanciones impuestas tanto por el Consejo de Seguridad de la ONU, como por varios Estados incluidos EEUU y la Unión Europea, que le exigen garantizar la plena transparencia del programa nuclear y probar su carácter civil.
En una reciente entrevista, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, sugirió que Washington estaría dispuesto a suprimir las sanciones impuestas contra Teherán, siempre y cuando el Gobierno iraní diera “pasos concretos” para cooperar con la comunidad internacional en lo relativo a su proyecto nuclear.