En ese sentido, la jefa de Estado sostuvo: «Brasil fue un blanco de espionaje y es muy grave. Es una afrenta a los principios que deben tener las relaciones entre los países. El derecho a la seguridad de los ciudadanos de un país nunca se podrá garantizar quebrando los derechos de los ciudadanos de otros países. Es inaceptable».
«Brasil sabe como protegerse. Lucha contra el terrorismo, lo rechaza y no lo alberga. Vivimos en paz con nuestros vecinos desde hace más de 140 años», sostuvo Dilma.
Además, manifestó: «No puedo más que defender el derecho de las personas a la privacidad y soberanía de nuestro país. Lo que tenemos ante nosotros es un grave caso de violación a los derechos humanos y civiles. Y es un falta de respeto a la soberanía de nuestro país».
«Estas acciones son totalmente inaceptables. Haremos lo posible para defender los derechos de todos los brasileros», concluyó la presidenta de Brasil.