Una baldosa blanca, con el nombre de Jorge Julio López, fue colocada hoy en puerta de la casa del albañil desaparecido tras testificar contra el represor Miguel Etchecolatz, a modo de «marca urbana de la memoria».
Así se aprobó por ordenanza del Concejo Deliberante de La Plata, y el homenaje se realizó en la puerta de la casa de López, ubicada en 69 y 140 de Los Hornos, del que participaron la esposa y el hijo del testigo.
Rubén López, el hijo del albañil, aseguró que “estas baldosas significan seguir reclamando justicia, que nos den las respuestas que necesitamos ante esta segunda desaparición de mi padre”.
“Este es un granito de arena en un gran reclamo que hacemos. Todas estas actividades no me dicen dónde está mi viejo, ni qué pasó, pero contribuyen a seguir pidiendo justicia”, afirmó.
Sostuvo que “hace 7 años que mi papá no está, es evidente que la justicia no quiere o no puede resolver esto” y dijo que “hace 7 años que no hay información”.
En tanto, Walter Docters, ex detenido desaparecido, recordó que “compartimos con López una de las últimas caminatas en la casa de `Chicha` Mariani, cuando recorrimos el camino que los secuestradores hicieron cuando se llevaron a Clara Anahí”.
“Julio no tuvo la actitud de denunciar sólo su verdad o su reclamo, sino que tuvo un compromiso de la lucha colectiva por los derechos humanos y participó activamente en toda la reconstrucción del terrorismo de estado”, detalló.
Jorge Julio López fue secuestrado y desaparecido por primera vez durante la última dictadura cívico militar y se presentó como testigo en el juicio oral y público contra el ex comisario Miguel Etchecolatz que se realizó en la ciudad de La Plata.
El 18 de septiembre de 2006, el día en que se producían los alegatos de su querella pidiendo la condena por genocidio y la perpetua para el represor, como finalmente fallaron los jueces, desapareció nuevamente y desde entonces nada se supo de él.
La causa judicial a cargo del juez Manuel Blanco, a siete años de su desaparición, no tiene procesados ni detenidos.