.
Por Lucía Pires / “Al lado de mi casa hay una compuerta por la que salen los residuos de una fábrica de gelatina y otra de salchichas, se abre dos o tres veces por día y larga un líquido de varios colores que no te deja respirar”, explicó a esta agencia Andrea Escobedo, una vecina que vive en la vera del Arroyo Morón en el barrio Palanco de Villa Tesei.
El intendente massista de Hurlingham, Luis Acuña, “jamás hizo ningún trabajo de limpieza en la zona”, según confirmó Escobedo, quien además agregó que “nunca dio la cara cuando nos acercamos a hablar del caso”.
En la misma línea, apuntó contra el integrante del Frente Renovador, a quien acusó de irregularidades en la entrega del Plan Federal de Viviendas “Las casas que se sorteaban en el distrito eran para las personas que estaban asentadas sobre el arroyo, pero las habitan quienes están con la gestión de Acuña”, manifestó, “Yo fui a hablar al municipio para que me den una solución, una vivienda para ir pagando, pero me dijeron que no me correspondía”.
Si bien Escobedo estaba incluida en la lista de vecinos que esperaban por un lugar para vivir, los funcionarios municipales le dijeron que “ya no figuraba en los papeles”. Entre las complicaciones que tuvo por la contaminación del ambiente en el que tiene su casa, cuenta la pérdida de dos embarazos. En ese entonces, los médicos le respondieron: “Si vivís ahí, no hay nada más que hacer”.
La habitante del barrio Palanco desarrolló que, durante uno de los episodios, se atendió en el hospital público de Hurlingham, adonde se acercó con dolores y una hemorragia. En la sala de maternidad le dijeron que era un aborto espontáneo y, a pesar de que el ecógrafo le dijo que se tenía que someter a un legrado urgentemente, le indicaron que se fuera a su casa a hacer reposo con las piernas en alto.
Escobedo continuó con dolores, pero los médicos le dijeron que “era normal”. Fue entonces cuando se acercó a Hospital Güemes de Haedo, de Morón, donde le dijeron que “ya no le quedaba nada del embarazo adentro, pero que en una ecografía salía que tenía un tumor”.
Por su propia cuenta, empezó a tomar antibióticos. Un mes después, empezó con contracciones y se descompuso. Fue recién entonces cuando le bajó la placenta. “Fue mala praxis, y no estoy muerta de casualidad”, aseveró.
Si bien le dijeron que no podía quedar embarazada nuevamente, Escobedo tiene un atraso de dos meses. “Todavía no me hice una ecografía, pero estoy con muchos dolores y siento un ardor muy fuerte en el vientre”, especificó, “Vivo descompuesta y con mucho malestar, mi marido limpio el terreno, pero no sirve de nada si respirás el aire que hay acá”.
Escobedo vive en Villa Tessei desde hace 6 años. “Antes de eso jamás tuve ni una gripe”, sostuvo, “Desde que me mudé, perdí el pelo, bajé mucho de peso y se me cayeron las uñas”. Al respecto, comentó que empezó con un dolor en la raíz: “Luego se me levantaron y me las tuve que sacar por el dolor”, agregó, “No hay crema ni remedio que me cure”. Por su parte, la médica del hospital municipal que vio las afecciones que sufre por la contaminación, afirmó que se trataba de un caso de estrés y le recomendó que vaya al psicólogo.
Además, la vecina del barrio Palanco destacó que sus hijos, que no eran alérgicos ni padecían problemas respiratorios antes de vivir allí, desarrollaron broncoespasmos y neumonía desde que se mudaron a la vera del Arroyo Morón.
“En Villa Tessei ha muerto gente por las condiciones del lugar”, finalizó, “Mucha gente no habla por miedo a que los desalojen y no tengan un lugar adonde ir”.