.
Los mercados se mueven, básicamente, por expectativas, que muchas veces responden a simples reacciones espasmódicas de negocios privados exitosos. En algunos casos, esas oscilaciones se estabilizan y empiezan a ser señal de cierta confianza consolidada de los actores de la economía en un producto o empresa. Esto último parece haber ocurrido con las acciones de la petrolera YPF, que lograron más que duplicar su valor en poco más de un año, incluso llegando hoy a tener un precio mayor al papel de la firma cuando permanecía mayoritariamente en manos privadas, según publicó el matutino Tiempo Argentino. Hoy, la gestión de Miguel Galuccio en la empresa mixta que maneja el Estado Nacional posicionó al papel de la petrolera como uno de los más dinámicos del panel Merval, con un valor que roza los $ 170. El 16 de abril del 2012, día en que la presidenta de la Nación anunciaba formalmente la recuperación del management de YPF para el Estado, la acción de la compañía costaba 116 pesos. Diez días después, el 26 de abril y luego de varios días consecutivos de caída, los mercados reaccionaron como casi siempre que se quita parte de un negocio a un privado, y el papel de YPF llegó a costar 70 pesos.
Si bien es cierto que en la última parte de la gestión Eskenazi los estados de Neuquén, Mendoza y Chubut ya habían empezado a quitarle a YPF áreas de inversión, el terreno negativo del papel se profundizó aun más tras la expropiación del 51% del paquete a Repsol. Entre mediados del 2012 y junio de este año, la acción fluctuó entre los $ 65 / $ 70 y los $ 100, aún afectada por los chispazos con España por el pago de las acciones retiradas. Para los especialistas, el camino de recuperación del precio fue tedioso y se consolidó cuando la firma empezó a abrir el juego de posibles asociaciones de privados para explotar Vaca Muerta. De hecho, en los últimos 15 días la acción subió casi $ 20 mientras Chevron e YPF rubricaban el convenio de inversión de U$S 1240 y la Legislatura de Neuquén aprobaba los convenios.
Ariel Setton, economista de la UBA y Plan Fénix, explicó a Tiempo Argentino que «hay que tener en cuenta que YPF, por la importancia de sus activos, estaba muy depreciada. Y luego de que empezó a vincularse con posibles inversores como Pemex, Chevron, los chinos y los privados locales, la acción empezó a tomar color. Pero YPF tiene mucho potencial». Para Setton, la mejora en valor de la acción influye, entre otras cosas, en un mejor perfil para salir a fondearse en los mercados: «Cuando tu acción tiene precio alto, necesitás entregar menos porción de la empresa para conseguir dinero para financiarse», detalló. «El cierre del acuerdo con Chevron fue clave para la acción, no tanto desde la inversión sino desde lo político. Mostró que YPF podía recibir inversiones dejando a Repsol a un lado», aseguró Víctor Bronstein, titular del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad. El especialista destacó además que «Galuccio lleva una buena gestión, pero el papel subirá aún más cuando se cierre la compensación a los españoles, eso va a liberar aún más el camino de la firma»