Trabajadores paraguayos del sector del transporte acompañados por familiares permanecen crucificados en pleno centro de esta capital, en dramática protesta por su despido de una empresa privada.
Ahora, se trasladaron junto al local del Viceministerio de Trabajo y Seguridad Social después que fracasaron en ese mismo lugar las últimas negociaciones con intervención del gobierno, las cuales no ablandaron la negativa de los patronos a reintegrarlos a sus cargos.
De acuerdo con la denuncia, apoyada por dirigentes sindicales del sector y por sus compañeros de labor, los protestantes fueron cesanteados al pretender vigorizar un sindicato local para luchar por mejores condiciones de trabajo y derecho a plantear sus demandas.
Ellos apuntaron que, además de la negativa patronal al funcionamiento normal del sindicato, los propietarios de esa ruta de ómnibus urbanos les hacen trabajar más de ocho horas sin pago y niegan otras facilidades y bonificaciones a sus empleados.
Los crucificados rechazaron la oferta patronal de reincorporar al trabajo a parte de los huelguistas y decidieron mantener su sacrificio mientras todos no estén nuevamente laborando en los puestos de donde fueron sacados.
Por otra parte, funcionarios del Ministerio del Trabajo, a pesar del impacto provocado por el caso, alegaron la imposibilidad de imponer una decisión a la empresa en cuestión, precisamente por su carácter de emprendimiento privado.
De acuerdo con las organizaciones sociales que apoyan a los huelguistas, el caso se llevará a entidades internacionales defensoras de los derechos humanos para pedir su intervención ante el peligro para la salud y la propia vida de los trabajadores de la modalidad de la protesta.