«Hay determinados sectores que en los últimos 200 años manejaron los destinos de nuestros pueblos y nos quieren colocar una cabeza no latinoamericana ni de la América del Sur, pero no les vamos a dar el gusto. Somos orgullosamente americanos del sur», dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la capital uruguaya.
Cristina inauguró junto al mandatario de ese país, José “Pepe” Mujica, una planta desulfurizadora de la petrolera estatal uruguaya, ANCAP, construida por la firma argentina AESA, del grupo YPF.
En este marco, la Presidenta elogió al «valiente y esclarecido pueblo uruguayo» que se negó a privatizar sus empresas públicas durante la década neoliberal de los ‘90 y habló del caso de YPF, privatizada por el menemismo y renacionalizada en 2012.
«Cuando decidimos tomar la soberanía hidrocarburífera de Repsol YPF fue porque el país había dejado de ser exportador de petróleo para ser importador de energía», explicó al recordar que la empresa española estaba generando el vaciamiento de YPF.
Luego, sostuvo que tanto Argentina como Uruguay «han sido bendecidos con tierras maravillosas y hay que agregar valor a todo lo que se hace y eso es imposible sin energía».
«El anillo energético en la América del Sur es central para nuestro desarrollo. Alimentos, energía, y ciencia y tecnología son los tres vectores del progreso en el siglo XXI», aseguró la Presidenta.
Durante el acto, Cristina recibió las llaves de la ciudad de Montevideo de manos de la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, quien recordó que el mismo galardón, que representa “un símbolo de hermandad entre nuestros pueblos”, fue entregado a presidentes como Néstor Kirchner e Inácio Lula Da Silva.
En su discurso, la Presidenta también destacó la paz que reina entre los pueblos latinoamericanos y señaló que durante muchos años se importaron a estas tierras conflictos que eran ajenos a “nuestra historia e intereses».
«Queremos mejorar la calidad de vida y evitar cualquier tipo de enfrentamientos, como los que supimos tener en el siglo XX, cuando nos importaron conflictos que no nos pertenecían», dijo y más adelante remarcó que “Argentina es un país de brazos abiertos para todos los hermanos de América Latina”.
El acto fue cerrado con la palabras de Mujica, quien consideró que en materia de integración “lo que ha sembrado el pueblo argentino es inconmensurable”.
“No es sencilla la integración, pero es absolutamente imprescindible y necesaria en el concierto universal. Ese es el futuro de un mundo que se está organizando en gigantescos espacios, como la Unión Europea, China, India, Estados Unidos con Canadá y todo lo que lo rodea. Ese es el mundo con el que América Latina tiene que negociar y no podemos hacerlo divididos y peleándonos entre nosotros”, dijo el mandatario uruguayo.
La Presidenta estuvo acompañada por el canciller Héctor Timerman; el secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo, Axel Kicillof; el titular de YPF, Miguel Gallucio; el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, entre otros.