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A 20 años de la desaparición de su hijo, Rosa Schonfeld explicó que la lucha que encabeza desde la Asociación Miguel Bru representa “el trabajo y el compromiso de mucha gente”.
“Vamos a seguir plantándonos como lo hicimos siempre. Nos queda encontrar a Miguel y continuar la lucha con otros familiares que también son víctimas”, en contra de “un sistema que todavía sigue bastante empañado en mantener la connivencia entre la policía, la justicia y el poder político”, dijo.
Bru desapareció el 17 de agosto de 1993, luego de ser torturado y asesinado por policías de la Comisaría Novena de La Plata. Tenía tan sólo 23 años. Días antes había denunciado a uniformados de esa dependencia por un allanamiento ilegal en su casa.
En ese entonces el gobernador de la provincia de Buenos Aires era Eduardo Duhalde, el máximo responsable de la “maldita policía”, la misma que años más tarde asesinaría a los militantes sociales Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, en este caso con Duhalde como presidente interino de la Nación.
“Duhalde era quien avalaba a la policía asesina que mató a Miguel y a muchos otros pibes. Escuchábamos al gobernador decir que teníamos la mejor policía del mundo”, dijo Rosa al recordar cómo se “encubría” a esa fuerza siniestra.
Por el crimen del estudiante de Periodismo, en 1999 la Justicia condenó a prisión perpetua a los ex policías Walter Abrigo y Justo López. Abrigo murió en la cárcel, mientras que López continúa en Sierra Chica, aunque con el beneficio de salidas transitorias.
En el mismo juicio fueron condenados por encubrimiento el ex comisario Domingo Ojeda y el ex oficial Ramón Ceressetto. Ambos quedaron en libertad después de cumplir ocho meses de cárcel.
En este sentido, la madre de Miguel Bru reclamó la reapertura de la causa para investigar a los policías que estaban la noche de la muerte del joven en la Comisaría Novena.