La presidenta Cristina Fernández de Kirchner llamó a las Naciones Unidas a «establecer regulaciones globales para asegurar las soberanías de los países y la defensa de la vida privada de los ciudadanos” ante hechos como el espionaje de Estados Unidos.
«Podemos vivir en la diversidad y esas ideas diferentes no nos transforman en enemigos», sostuvo al inaugurar el debate del Consejo de Seguridad de la ONU, que Argentina preside hasta septiembre, y referirse a la «cooperación de las Naciones Unidas con organizaciones regionales y subregionales en el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales».
La Presidenta instó a “repensar la lógica del Consejo de Seguridad, que obedece al fin de la Guerra Fría» y agregó que «debemos repensar el funcionamiento de organismos internacionales porque hay una nueva realidad, nuevos problemas».
“Sería necesario revisar el funcionamiento de las instituciones de Naciones Unidas en general y del Consejo de Seguridad en particular, porque responden a una lógica diferente. No se puede enfrentar un nuevo mundo con viejas herramientas y viejos métodos porque no nos van a dar una respuesta”, enfatizó la mandataria.
Cristina cuestionó el derecho de veto que tienen los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. «Cuando en la gestión de conflictos aparece el derecho de veto, las cosas se complican», afirmó.
También explicó que cuando la Asamblea General de Naciones Unidas emite una resolución «no estamos ante opiniones discordantes» y pidió que todos los países miembro respeten esas disposiciones.
Por eso, destacó la «necesidad de elaborar consensos que no se basen en los intereses particulares de los estados sino asegurar en serio la paz y la estabilidad» y ejemplificó con la “doctrina de la América del Sur, “una región de paz».
Dijo que en los organismos latinoamericanos, como la Celac o la Unasur, «las resoluciones se toman por unanimidad, cuando hay conflictividad» y «nadie se levanta hasta que no se resuelve la cuestión por consenso».
“La Unasur pudo sortear con mucho éxito situaciones internas de distintos países que afectaban la calidad democrática», como en Bolivia y Ecuador, explicó la mandataria junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.