Susana Beatriz Leiva, la empleada doméstica que se encontraba desaparecida, fue hallada hoy sin vida en el pozo ciego de su casa, ubicada en Blanco Encalada 250, de la localidad bonaerense de Temperley.
El cuerpo de la víctima apareció en el marco de un allanamiento ordenado por el fiscal de Lomas de Zamora, Héctor Toneguzzo, quien luego pidió la captura de Alberto Leandro Ponce, esposo de Leiva.
Ponce, principal sospechoso por el crimen, fue detenido en el barrio porteño de Constitución, tras permanecer varias horas prófugo.
La mujer estaba desaparecida desde el viernes último y sus familiares responsabilizaron desde el primer momento a Ponce. Una de las hermanas Leiva, Angelina, dijo que él “era muy celoso, la alejó de todos” y que debía hablar con ella “a escondidas».
«Él nunca la buscó, ni siquiera hizo la denuncia, la hice yo. Nosotros pedíamos que vayan a revisar, su patrona también. Pero la policía estaba esperando la orden del fiscal para allanar», relató la mujer.
Ponce, encargado de un edificio del barrio de Recoleta, vivía con la víctima y sus dos hijos de 1 y 10 años. Según el relato de los familiares, compartían un ambiente de constantes peleas y violencia.