Cristina Fernández de Kirchner afirmó este mediodía que se siente «afortunada de poder tener» a su nieto en sus brazos, a diferencia de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que «todavía no puede hacerlo y esa es una deuda que todavía tenemos pendiente», aseguró.
«Tengo el honor de haber venido hoy a Moreno a inaugurar la maternidad Estela Barnes de Carlotto, cuyo convenio lo firmamos a fines de 2008 y que ahora, con su inauguración, agregaremos casi 3.000 partos públicos por año. Hasta 2003 a esto lo llamaban gasto, nosotros le decimos inversión», señaló la Presidenta.
Acompañada por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el primer candidato a diputado por el FPV, Martín Insaurralde, y el intendente de Moreno, Mariano West, la jefa de Estado sostuvo: «Estoy muy orgullosa de todo lo que estamos haciendo. La vida no se valora sólo con discursos, se valora consiguiendo trabajo para el pueblo, luego casa y después hospitales para que tengan salud, escuelas para que puedan educarse y no estén condenados a la miseria. Nosotros no opinamos, nosotros hacemos. Opinar, opinan los otros».
«Todavía falta mucho por hacer. La gente confía en nosotros porque nunca prometimos nada; nos arremangamos y nos pusimos a trabajar», destacó Cristina.
«No quiero recordar que hay quienes se unen para después huir cuando las papas queman. Yo sola no puedo, es necesario contar con el apoyo de todos”, dijo. «Todavía falta mucho por hacer. La gente confía en nosotros porque nunca prometimos nada; nos arremangamos y nos pusimos a trabajar. Jamás se podría haber hecho nada sin un proyecto de nación», reflexionó Cristina, al tiempo que mencionó que aún es necesario registrar más trabajo en blanco: «Cuando hay muchos desocupados es más fácil conseguir gente que labure por dos mangos. Les pido a mis compañeros trabajadores y a los sindicatos, les pido solidaridad por los compañeros que todavía no tienen trabajo registrado».
Cristina concluyó su discurso diciendo: «Quiero que sepan que seguiré trabajando desde todos los lugares, sobre todas las cosas, como aquellos hombres que creyeron en la política. Sabíamos cómo pararnos frente a la vida, sin marketing, con la frente erguida para defender a los argentinos».