Una protesta en reclamo de tierras frente a la Municipalidad de Hurlingham terminó hoy con graves incidentes, heridos y detenidos, cuando el intendente Luis Acuña cerró el diálogo con los manifestantes que buscaban una salida al conflicto.
Los vecinos intentaron realizar un acampe para exigir la construcción de viviendas en los terrenos donde funcionaba el zoológico local, en Gorriti y Camino del Buen Ayre, pero fueron desalojados violentamente por una patota que, según las víctimas, respondería a Humberto «Nito» Bertinat, un dirigente estrechamente vinculado al jefe comunal y cuarto candidato por la lista del Frente Renovador de Sergio Massa.
David Ramírez, uno de los vecinos golpeados, dijo a AgePeBA que “el intendente se enojó porque no le gustó que hayamos ido con toda la gente” y que hasta trató de agredirlo cuando intentaban negociar en su despacho.
“Me quiso pegar y después mandó a la patota. Le pegaron a mi mujer y a otros dos muchachos más y se los llevaron presos”, relató.
“Los matones de Acuña nos molieron a palos por reclamar nuestro derecho a la vivienda. Eran como treinta que bajaron de una camioneta y empezaron a agredirnos, a putearnos y a tirarnos cascotazos”, completó Ramíez.
También denunció que entre los agresores pudieron identificar a algunos concejales que responden al intendente y que fueron filmados por las cámaras de algunos medios arrojando piedras. “Es una imagen lamentable, esos son nuestros funcionarios. Qué derechos podemos tener con gente así en el municipio”, dijo.
Los vecinos de los barrios Roca y San Damián vienen reclamando desde hace varias semanas por los terrenos del zoológico y llegaron a cortar el Camino del Buen Ayre en diferentes oportunidades en el marco del conflicto.
“Nosotros no somos ningunos ladrones, ellos están equivocados. Queremos comprar las viviendas, no que nos las regalen. Habíamos usurpado el lugar para vivir y el intendente nos dijo que si nos íbamos de ahí nos conseguía una vivienda. Nos dijo que le armemos la carpeta y hoy nos cambió toda la versión. No tenemos a dónde ir, ni a quién acudir. Estamos desesperados buscando algún abogado de los derechos humanos para que nos ayude”, dijo Ramírez.