Por Santiago Masetti | La XLV Cumbre del Mercosur desarrolló un intenso y clave temario, que luego se vería reflejado a la hora de los acuerdos que se esgrimieron en Montevideo. Temas centrales que abordan a la región, como el reingreso de Paraguay al bloque, luego de haber sido suspendido por el golpe parlamentario contra el ex presidente Fernando Lugo; el paso de la presidencia Pro Témpore a Venezuela, que debutaba como cabeza directiva del Mercosur; el rechazo unánime, con pedido de explicaciones y disculpas, a los países europeos que secuestraron al presidente de Bolivia, Evo Morales, y la incorporación de Guyana y Surinam como miembros asociados.
Los mandatarios también analizaron la importancia de garantizar el derecho al asilo y la seguridad regional frente al espionaje que Estados Unidos despliega en el mundo y, particularmente, en esta parte del planeta, que salió a la luz luego que Edward Snowden revelara cómo la inteligencia norteamericana espía a sus enemigos y aliados.
Las palabras de Cristina Fernández de Kirchner abordaron ese tipo de problemáticas. La presidenta argentina pidió un “compromiso de unidad” para hacer frente a un mundo “difícil, complejo y por momentos hostil”, que tiene “nuevas formas de colonialismo más sutiles” y que busca ver a los países de la región “separados y divididos”.
“Les pido un compromiso: que cada decisión, que cada política la tomemos con la visión completa de cómo le sirve a cada uno de nuestros países esta unidad, para no escuchar cantos de sirenas”, dijo Cristina y agregó que esos “cantos de sirenas” vienen de los que “quieren volver a vernos separados y divididos porque así les ha sido mucho más fácil”.
También convocó al resto de los mandatarios a “repensar estrategias” ante el “riesgo” de que se dé “una nueva reconfiguración del mundo” y se “reprimaricen” las exportaciones de los países latinoamericanos.
“Es el único instrumento que tenemos, la unidad, la integración para seguir profundizando este proceso de democratización, porque la verdadera democracia es cuando la mayoría puede acceder a los bienes y servicios universales y mejorar su calidad de vida”, dijo Cristina.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó a las naciones del Mercosur a armar una comisión jurídica para demandar internacionalmente el espionaje que Estados Unidos ha ejecutado contra el mundo.
“Estamos al servicio de la Patria Grande y del mundo. No es posible estar sometidos, debemos armar una comisión jurídica para hacer una demanda internacional por espionaje a todos los países del mundo”, declaró el mandatario boliviano.
A su turno, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se comprometió a que el Mercosur trascienda su rol económico y pueda consolidarse como un bloque social. Maduro destacó la necesidad de “articular las políticas sociales para fortalecer el derecho a una educación pública, a la alimentación, a la salud”, e insistió: “Que el bloque trascienda lo social en políticas comunes. No divorciar lo económico de lo social”.
El bolivariano adelantó que trabajará para que otros países puedan incorporarse al bloque. Una medida concreta para ampliar el Mercosur es que éste decida incorporarse a la zona económica de Petrocaribe: “Hemos planteado el aporte modesto de Venezuela, para ampliar el horizontes hacia el Caribe”, dijo Maduro.
En referencia a la reincorporación de Paraguay al bloque, suspendido luego del golpe institucional contra Fernando Lugo, el jefe de Estado venezolano declaró que “nos comprometemos, desde la Presidencia, a iniciar las acciones de manera inmediata para que tengamos esa incorporación”, tras asegurar que los problemas que se hayan suscitado con esta nación debe superarse con “la mejor voluntad”.
Uruguay, a través de su presidente José “Pepe” Mujica, aclaró que el objetivo del bloque es incluir a toda la región: “Este proyecto, que no está terminado, encierra la ambición de incluir a toda América Latina que piensa en castellano, en portugués, que son la misma lengua, que piensa en lengua indígena, que está acampado en nuestro continente”, dijo Mujica, en alusión a la intención manifestada por Bolivia de ser miembro pleno del bloque.
El “Pepe”, como popularmente se lo conoce en su país, reafirmó su compromiso con el Mercosur. “Los latinoamericanos de un porvenir común, debemos darnos cuenta de que el desarrollo de nuestro espacio está determinado porque prosperen y avancen los proyectos como éste”, señaló Mujica durante su intervención. Además, convocó a los países miembros del bloque regional a no inscribirse “en el capítulo de los detractores que en el fondo sueñan con la destrucción del Mercosur”.
De esa manera, subrayó que Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela no están dispuestos a renunciar ni a transigir, y que van a seguir luchando para mejorar, perfeccionar y multiplicar este proyecto.
“Quienes hemos podido acompañar el proceso del Mercosur con fallas, con errores, limitaciones, pero con tan firmes logros, hemos afirmado que de no existir este capital común que se ha creado en estas últimas décadas tendríamos una gigantesca soledad y debilidad”, destacó Mujica.
En tanto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, señaló que el Mercosur debe adoptar medidas apropiadas para evitar la repetición de los episodios de espionaje revelados recientemente, por los que se supo que Estados Unidos actuaba en la región.
También se refirió al regreso de Paraguay al Mercosur. “Paraguay y el pueblo paraguayo son parte esencial en el destino del Mercosur, queremos tenerlos de nuevo”, dijo la mandataria y agregó que “la toma de posesión del presidente Horacio Cartes, en poco más de un mes, es motivo de esperanza y grandes expectativas para la región”.