Por Álvaro Zoya | Rosa Schonfeld de Bru se mostró satisfecha con el veredicto del Tribunal Oral Criminal N° 4 de La Plata que condenó a perpetua a los policías Daniel Guillermo Espósito, Carlos Ariel Tolosa y Luis Díaz Zapatapa por torturar y asesinar a Daniel Migone, de 38 años, el 10 de noviembre de 2005 en la celda de contraventores de la Comisaría Novena, la misma seccional en donde fue desaparecido el estudiante de Periodismo, Miguel Bru.
“Finalmente se hizo justicia luego de una larga lucha desde la Asociación Bru junto a familiares de Daniel y el abogado Fabio Villarruel”, dijo Rosa a AgePeBA al calificar la sentencia como “ejemplar”.
“Fue una condena ejemplar que nos da esperanzas para seguir creyendo que las cosas están cambiando. Se hizo justicia con una claro mensaje para los policías que están acostumbrados a torturar, matar y quedar impunes porque saben que son pocos los detenidos que denuncian casos de violencia institucional por miedo a represalias”, completó.
En su fallo, el tribunal integrado por los jueces Juan Carlos Bruni, Emir Caputo Tartara y Ernesto Doménech también decidió condenar a 10 años de prisión al policía Marcelo Fabián Falcón por no evitar las torturas y la muerte de Migone, mientras que absolvió a la oficial de servicio Valeria Maciel, sobre quien pesaba un pedido de seis años y seis meses de cárcel.
“Estamos seguros que todos no son iguales, pero sí que muchos policías están acostumbrados a callar por la impunidad que tiene la fuerza de seguridad. Los culpables de asesinatos tiene que pagar por lo que hicieron”, explicó Schonfeld.
La mujer consideró que el argumento de la defensa fue “triste e infantil” porque “buscó instalar la idea que Daniel se había ahorcado con una campera de jean”.
“Los policías implicados, en vez de prestarle auxilio a Daniel, hicieron pasar a un taxista hasta el calabozo para que viera que se había intentado ahorcar. Después hicieron la parodia de cargarlo en la caja de atrás de la patrulla y llevarlo al hospital gritando ‘se nos muere, se nos muere’, cuando ellos sabían que hacía más de una hora que Daniel había fallecido”, recordó.
Por su parte, el abogado Villarruel, que representó a la familia de la víctima, explicó que el objetivo de la querella era “aproximarnos lo más posible a la verdad y creo que eso se ha visto satisfecho”.
“Como militante de derechos humanos no puedo festejar el castigo, sea para quién sea, pero las expectativas que nosotros teníamos era poder saldar el compromiso que habíamos asumido con la familia de acompañarla y llegar a la verdad”, agregó.
Villarruel dijo que es necesario empezar a “cambiar lo que ocurre adentro de las comisarías bonaerenses”, sobre todo en seccionales tan simbólicas como la Novena.
“Esta comisaría está a siete cuadras de la sede del poder político de la Provincia, a ocho del Ministerio de Justicia y Seguridad, a cuatro cuadras de estos tribunales… lo que digo es que el crimen de Daniel no pasó en la periferia, aunque no se admita que suceda en ninguna parte. Pero si esto pasa acá, qué pasará en otros lados. Lamentablemente, nuestras cárceles están pobladas de jóvenes que han perdido su libertad por causas armadas, muchas veces por no patear para la ‘cana’, no pagar ‘peaje’, o no dejarse extorsionar”, reflexionó el letrado.