El paro de trenes que anunció el gremio La Fraternidad al mediodía y que tomó por sorpresa a muchos de los usuarios de trenes que desde esa hora tuvieron que evaluar alternativas, complicó esta tarde el regreso a casa de casi un millón de usuarios, desde la Ciudad de Buenos Aires.
La medida de fuerza que afecta a más de 800 mil usuarios, provocó enormes colas y una gran demora en los pasajeros que tuvieron que viajar en colectivos. Las principales terminales se poblaron de pasajeros que hacían colas de hasta 200 metros para poder subirse a un colectivo.
Tras más de seis horas de paro, en el regreso a casa se registraron incidentes en Constitución que obligaron a la policía a reforzar la seguridad y luego avanzó Infantería.
Los manifestantes arrojaron piedras y palos contra la estación de trenes y provocaron destrozos en los comercios de la zona. Primero, volaron proyectiles y luego, cuando el conflicto parecía superado por el accionar de los bomberos, que tiraron agua sobre el grupo de vándalos, éstos atacaron un patrullero que intentó acercarse a controlar la situación.
Sobre el tema, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, confirmó que hay más de una decena de detenidos. Al ser consultado sobre si los incidentes fueron organizados, dijo no tener dudas.
«Estamos totalmente convencidos de que estaban organizados, el trabajador no viene con bidones con nafta», afirmó el funcionario nacional.
La medida de fuerza afectó a las líneas Sarmiento y Mitre, dos de los servicios más utilizados para viajar al Conurbano. También estuvieron interrumpidas las partidas del Roca, el San Martín y el Belgrano Sur.
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, calificó como «salvaje y
sorpresivo» el paro de los maquinistas ferroviarios y dijo que mañana se presentará «una denuncia penal contra La Fraternidad y su titular, Omar Maturano».
La denuncia será por la violación al articulo 194 del Código Penal que dispone sanciones para quien impida, entre otras cosas, el buen funcionamiento de los servicos de transporte terrestre.
El ministro reiteró una vez más que el paro se originó por la negativa de los maquinistas a que se coloquen cámaras en las cabinas de conducción de las formaciones, y rechazó la versión que difundieron desde La Fraternidad que indicaba que el paro era por
demandas salariales.
“Repudiamos todos lo sucedido hoy en el servicio ferroviario”, sostuvo el funcionario quien manifestó que el paro sorpresivo de los maquinistas “se originó a propósito de la decisión que tomamos de colocar cámaras en las cabinas de los motorman”.
Randazzo había dicho más temprano que era «inexplicable» el rechazo gremial a la instalación de cámaras. «Quien no tiene nada que ocultar no tiene por qué oponerse a una medida de este tipo», agregó.