Cristina Fernández de Kirchner consideró hoy que “cuando se es legislador se acompaña un proyecto de gobierno, porque ser legislador no es integrar un rejunte de gente para ganar una elección”, porque los comicios “son un día, pero hay que gestionar los 365 días del año”.
En el acto por el aniversario de los 200 años de la ciudad entrerriana de Paraná, la jefa de Estado habló de la unidad de los argentinos que “no significa estar de acuerdo en todo y con todos, porque lo importante es estar de acuerdo en las cosas fundamentales, como la inclusión social y la soberanía en la decisión de los gobernantes”.
En ese marco, Cristina sostuvo que «la mejor memoria es la que está en el corazón del pueblo».
«Nombres de avenida tienen todos, desde los buenos hasta los malos, lo importante es que cuando alguien te nombre se le escape una lágrima de agradecimiento porque algo hiciste», dijo.
Agregó que «gobernar para el pueblo, para los intereses de la Nación, no es una gracia que tiene el gobernante, es una obligación que nos impone la Constitución y nuestras propias convicciones».
«Siento que tenemos por delante un porvenir venturoso si somos capaces de superar nuestros prejuicios. Le pregunto a cada argentino, milite donde milite, de qué le sirve si no lo hace en un país con inclusión social, donde los 40 millones de argentinos tengan los mismos derechos y oportunidades», señaló.
La Presidenta manifestó que «es imposible estar de acuerdo en todo», pero se preguntó «cómo no estar de acuerdo con una ley que permite la pluralidad de voces» o con «que la gente vote», en alusión al fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre el Consejo de la Magistratura, y también sobre la ley de medios, que está bajo análisis del máximo tribunal de la Nación.
Cristina volvió a pedir la «unidad» de los 40 millones de argentinos, ante la crisis económico-financiera internacional: «Un mundo difícil exige que luchemos muy fuerte, muy unidos» porque «la inmensa mayoría de los argentinos sabe que peleando desunidos no llegamos a ninguna parte, lo saben porque lo hemos vivido».
La mandataria agregó que «debemos estar atentos, porque siempre habrá intereses que intenten dividirnos», y remarcó el «grado de unidad y confraternidad entre los pueblos» de América latina.
«Hay que empoderar al pueblo, a las sociedades, de cada una de las conquistas y los logros para que no dependan de un liderazgo, que al estar encarnados en un hombre o una mujer de carne y hueso que tiene una finitud», señaló.
Cristina le pidió a los argentinos «que recuerden» cómo era su situación socioeconómica «antes del 2003» y volvió a reclamar que no haya «divisiones» entre los diversos sectores de la sociedad.
Ante miles de militantes, la mandataria sostuvo que «peleados y desunidos no llegamos a ninguna parte» y agradeció la lealtad del gobernador Sergio Urribarri en los momentos difíciles porque «cuando todo va bien, la lealtad es fácil».
«Es mucho más fácil querer que odiar, y te sienta mejor amar», enfatizó la mandataria al finalizar su discurso.