Dilma Rousseff propuso hoy a gobernadores y alcaldes de su país cinco puntos fundamentales para cambiar el país, incluido una Asamblea Constituyente para una reforma política.
Durante su intervención en uno de los salones del Palacio de Planalto, sede de la Presidencia, Rousseff destacó la necesidad de alcanzar un pacto nacional luego de la ola de protestas y enumeró cuáles son los objetivos: responsabilidad fiscal y control de la inflación, reforma política, salud, transporte público y educación.
«Mi gobierno escucha las voces democráticas que emergen de las calles y es necesario entender estas señales para caminar más rápido y con humildad», afirmó.
La mandataria dijo que celebraría un referéndum para convocar a una Asamblea Constituyente con miras a establecer normas específicas de la reforma política con el fin de impulsar cambios en la forma de elegir a dirigentes y legisladores, el financiamiento de campañas, la publicidad en la televisión y la radio, entre otros.
«Brasil está listo para seguir adelante y ha dejado claro que no quiere estar donde está», aseveró al recordar las cientos de protestas con la participación de millones de ciudadanos en todo el país durante las últimas dos semanas.
Rousseff agregó que una nueva legislación debe considerar la «corrupción intencional como crimen atroz», con penas más severas y solicitó acelerar la aplicación en todas las instituciones federales y públicas de la Ley de Acceso a la Información, que permite mayor transparencia en las cuentas estatales.
Al referirse al pacto de responsabilidad fiscal, comentó que éste favorecerá el mantenimiento de la estabilidad económica y el control de la inflación.