Pese a la suspensión de aumentos en los precios del pasaje de transporte público, por parte de los gobiernos municipales, se mantienen las protestas en una cien ciudades de Brasil. Los manifestantes reclaman reformas en los distintos servicios públicos y critican el excesivo gasto en la organización de la Copa de Confederaciones y el Mundial de fútbol de 2014.
Miles de manifestantes se concentraron hoy en los alrededores del Congreso Nacional en Brasilia e intentaron ingresar al Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería brasileña, donde produjeron destrozos y fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad.
En Río de Janeiro, ya se reportaban heridos en los enfrentamientos con la policía, mientras que en Salvador de Bahía hubo incidentes con la Fuerza Nacional de Seguridad Pública en las inmediaciones del estadio Fonte Nova, cuando Uruguay y Nigeria disputaban el pase a la semifinal de la Copa Confederaciones..
Las manifestaciones se repetían en otras ciudades a pesar de la marcha atrás con el aumento del boleto de autobús, metro y tren, medida que generó las protestas.
La presidenta Dilma Rousseff aplazó sin fecha su anunciado viaje oficial a Japón que tenía previsto realizar la próxima semana, para estar al frente de la situación, informaron fuentes de la Presidencia.
La jefa del Estado también canceló una visita que tenía prevista para hoy a Salvador, a pedido de las autoridades del estado Bahía.