Las audiencias testimoniales en el juicio oral y público por delitos de lesa humanidad cometidos en la jurisdicción de Campo de Mayo, continuarán hasta el 4 de julio, fecha en que el Tribunal Oral Federal 5 establecerá la fecha de inicio de los alegatos.
El debate iniciado el 15 de abril pasado en los tribunales de San Martín, tiene como acusados al ex comandante de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros; el ex jefe del Arsenal Naval de Zárate Sergio Buitrago; el prefecto Servando Ortega, y el ex comisario Juan Fernando Meneghini, por secuestros y torturas durante la dictadura cívico militar.
En la causa, caratulada «Buitagro, Sergio y otros» en perjuicio de 29 víctimas, continúan testimoniando familiares y sobrevivientes del terrorismo de Estado bajo la órbita del Comando de Institutos Militares con sede en Campo de Mayo.
Según indicó a Télam Jorge Brioso, abogado querellante por la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos, los testimonios «continúan ratificando las violaciones sexuales sistemáticas» de la que fueron víctimas los secuestrados.
«En la audiencia testimonial del miércoles declaró el hijo del ex intendente de Zárate, Martín Bugatto, secuestrado en el Tiro Federal de Campana junto a su padre, y reiteró lo que declararon otros testigos en cuanto a que, además de las torturas y vejaciones, hubo muchos casos de violaciones sexuales», relató.
Aunque en la elevación a juicio no fueron contempladas las denuncias por violaciones sexuales como delitos en sí mismos, Brioso confía en que los testimonios ofrecidos en las audiencias sean tenidos en cuenta por el tribunal.
Además, se tiene en consideración que a fines del año pasado, la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, instruyó a los fiscales de causas por violaciones a los derechos humanos que investiguen como delitos de lesa humanidad los casos de abusos sexuales cometidos en el marco del terrorismo de Estado.
Campo de Mayo fue uno de los más grandes centros de torturas y exterminio del conurbano bonaerense durante la última dictadura cívico militar con 5.000 hectáreas, y allí funcionó una maternidad clandestina y tres lugares de alojamiento de secuestrados.
Se calcula que por los tres centros clandestinos que había en el lugar pasaron unas 4 mil víctimas, de las cuales sobrevivió sólo un diez por ciento.
A esa guarnición eran llevados secuestrados de la zona 4 del Ejército que abarcaba San Miguel, Vicente López, Tres de Febrero, Pilar, Escobar, Tigre, San Fernando, General San Martín, Exaltación de la Cruz, Zárate, Campana y San Isidro.