“Afortunadamente, el trabajo infantil viene retrocediendo de una manera importante, pero esta es una tarea que no sólo consiste en reducirla sino en erradicarlo definitivamente», aseguró el funcionario.
«Por eso no sólo hemos sancionado una ley estableciendo la prohibición expresa del trabajo infantil hasta los 16 años, sino que también se ha sancionado este año una norma que establece que quienes usen trabajo infantil están cometiendo un delito, no una simple infracción”, dijo Tomada.
Puntualmente, el ministro se refirió así a la sanción, el 21 de marzo pasado, de la ley 26.847 que incorporó el trabajo infantil como delito en el Código Penal, estipulando penas de prisión de 1 a 4 años para “el que se aproveche económicamente del trabajo de un niño o niña” de hasta 16 años en el caso de trabajos convencionales y de hasta 18 en tareas peligrosas, riesgosas, nocturnas o insalubres. La norma castiga al empresario, pero exime a los padres o guardadores del menor para no revictimizarlos.
“Se vienen realizando denuncias y ahora vamos a esperar que hable la Justicia, que produzca las primeras sanciones; eso mostrará que los argentinos queremos un país donde los adultos tengan trabajo, los niños vayan a la escuela y jueguen y los que usan el trabajo infantil, tengan sanciones”, agregó.
Así, el pasado 7 de junio el Ministerio de Trabajo realizó la segunda denuncia penal por trabajo infantil tras detectar un menor de 15 años trabajando durante un operativo de fiscalización en la localidad de San Justo.
En este caso, la denuncia fue realizada en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio especializada en conflictos sociales, familiares, y delitos contra la integridad sexual Nº 2, del Departamento Judicial de La Matanza.
La víctima es un joven de nacionalidad boliviano e indocumentado que desde hace un año que vive en Argentina con un familiar y lejos de sus padres, que quedaron en Bolivia. Además, no asiste al colegio y trabajaba de lunes a viernes durante ocho horas
diarias.
La primera denuncia había tenido lugar el pasado 31 de mayo, cuando, el titular de la Delegación Regional San Martín del Ministerio de Trabajo denunció que en un establecimiento comercial de José C. Paz había una niña de 14 años trabajando, con una jornada de 11 horas diarias.
La denuncia fue radicada en la Unidad Funcional de Instrucción N°14 del Departamento Judicial de San Martín.