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A través de la Resolución 505/2013 publicada hoy en el Boletín Oficial, las fuerzas dependientes del Ministerio intervendrán en casos de violencia domestica mediante «pautas generales y acciones apropiadas para responder a las características de la víctima, dadas por su edad, por vivir con algún tipo de discapacidad o en función de su género». El protocolo está aprobado para las fuerzas de seguridad y policiales «que tengan intervención directa en la atención, prevención o conjuración de casos de violencia doméstica o aquella descripta como intrafamiliar en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires».
«Sin embargo, las pautas de abordaje y las obligaciones que se desarrollan pretenden servir de insumo para fortalecer las respuestas que las instituciones deben dar en estos casos en las distintas jurisdicciones», afirma el documento. Algunos de los puntos especificados en el protocolo sostienen que se «deberá separar al agresor y la víctima y entrevistarlas por separado», aunque «las víctimas no pueden contar lo que les sucedió si están en presencia del agresor».
Además, recomienda no intentar que «las personas se reconcilien» y aconseja recordar que «la víctima puede encontrarse en estado de shock sin posibilidad de internalizar todos los recursos a disposición». El protocolo afirma que «es necesario no generar complicidades con el agresor ni aceptar la identificación personal con el problema».
Las pautas «se desarrollarán sobre cinco tipos de intervenciones: en comisaría, en la vía pública, en el domicilio, por llamados a la línea 911, y en el seguimiento de medidas de protección dispuestas por la autoridad judicial competente».