A pesar del terror que impone el intendente Jesús Cariglino en su municipio, una numerosa cantidad de personas se movilizó este miércoles hacia el Hospital “Claudio Zin” de Pablo Nogués para exigir justicia por los casos de mala praxis y repudiar la violencia política de la que son víctimas.
La marcha se realizó a un año de la golpiza que sufrieron en ese mismo lugar cuando protestaban por la muerte de la niña Celeste Morales. Familiares de la menor de 7 años y de otras víctimas de mala praxis, como Claudia Ledesma –mamá de Melani, fallecida en 2009- fueron brutalmente atacados el 5 de junio de 2012 por patotas a sueldo del jefe comunal, que también arremetieron contra periodistas de Télam, Crónica, Tiempo Argentino y medios locales que cubrían la concentración.
“En Malvinas Argentinas reina una situación de impunidad total”, dijo a AgePeBA, Natalia Biazzini, directora de Malviticias, uno de los medios que sufrió las agresiones de las patotas de Cariglino.
Biazzini explicó las causas por mala praxis y violencia política no avanzan y que tampoco hay resultados en el caso del enfermero Walter Navarro, asesinado en septiembre del año pasado, poco después de presentarse como testigo de las agresiones de junio.
“Parece una burla que no haya ninguna persona presa por los casos de mala praxis que se dieron en el hospital ‘Claudio Zin’ o por el asesinato del enfermero de ese mismo establecimiento. Da vergüenza que la justicia no haga nada, especialmente en un contexto nacional donde se debate la democratización de la justicia”, dijo la periodista.
En este sentido, denunció que personas allegadas al intendente “agreden y persiguen” de manera sistemática a los vecinos y familiares de víctimas de mala praxis que exigen justicia.
“Esta metodológica de violencia es típica de la derecha. Cariglino, al igual que Macri, no son personas racionales, son prepotentes y autoritarios, contando con algo muy a su favor, que es la lentitud de la Justicia para investigar las responsabilidades políticas por la violencia ejercida en sus territorios y la corrupción de sus municipios”, señaló Biazzini.
La tarea de informar también se ve amenazada por las mismas patotas que ejercen el terror en Malvinas Argentinas. “Cuando se cuentan cosas que a Cariglino le molestan, nos agreden. Siempre fue complicado trabajar en este municipio para los periodistas que no son obsecuentes con el intendente”, afirmó la directora de Malviticias.
La movilización de este miércoles al hospital “Clacudio Zin” fue multitudinaria. Se trató de “la marcha más grande hecha contra Cariglino en Malvinas”, dijo a través de su cuenta de Twitter Jorge Cancio, abogado de diversos casos de mala praxis en el distrito, y consideró que, afortunadamente, “la gente va perdiendo el miedo”.